Los retos del embarazo múltiple

Los embarazos de mellizos y gemelos son cada vez más frecuentes y actualmente se dan en una de cada 80 gestaciones. Un embarazo múltiple siempre se considera de riesgo, aunque afortunadamente hoy en día la mayoría de las complicaciones que pueden surgir se resuelven satisfactoriamente. Además, si estás embarazada de gemelos, tu médico te realizará un seguimiento exhaustivo y riguroso para controlar su evolución.

 

¿Cuál es la probabilidad de tener un embarazo múltiple?

Según datos de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), el porcentaje de concebir mellizos de forma natural está alrededor del 1,1% (1 de cada 90 embarazos), mientras que en los casos de gemelos idénticos es mucho más bajo (aproximadamente un 0,4% de los embarazos, es decir, 1 de cada 250 gestaciones).

De todos ellos, un pequeño porcentaje está relacionado directamente con la herencia familiar, es decir, con la predisposición genética, especialmente por parte de la madre. De hecho, no es casual que en algunas familias se den casos de mellizos con mayor frecuencia.

Otro de los factores que aumenta las probabilidades de embarazo múltiple es la edad de la madre. A edad más avanzada, mayor es la concentración de hormonas que la mujer tiene en el folículo estimulante (FHS), siendo más común la presencia de varios óvulos maduros que pueden ser fecundados.

Por otra parte, y según un estudio de la Academia Estadounidense de Ginecología y Obstetricia publicado en 2005, el peso de la mujer también influye en el riesgo de embarazo múltiple. Según esta investigación, las mujeres con un índice de masa corporal (IMC) superior a 30 muestran una mayor tendencia a la ovulación múltiple y, por tanto, tienen mayor probabilidad de tener mellizos.

Los tratamientos hormonales y las técnicas de reproducción asistida avanzadas, por ejemplo, la Fecundación In Vitro, también se relacionan directamente con los embarazos múltiples, ya que durante el proceso pueden transferirse varios embriones según criterios como la edad de la madre o la calidad embrionaria.

En España, la ley 14/2006 (Ley de Fecundación Asistida) establece que el máximo a transferir son tres preembriones por mujer en cada ciclo reproductivo. Esta limitación tiene como objetivo reducir riesgos potenciales como parto prematuro (ocurre en más del 50 % de los partos de mellizos y en el 90 % de los trillizos) o retraso de crecimiento intrauterino. En el caso de la madre, hay que tener en cuenta que con el embarazo múltiple aumentan las probabilidades de desarrollar diabetes gestacional, anemia, preeclampsia o parto por cesárea, con los riesgos que estas complicaciones conllevan.

 

Síntomas del embarazo múltiple

Los síntomas del embarazo múltiple son similares a los de una gestación normal, aunque más agudos.

De hecho, las gestaciones de varios embriones se asocian con una mayor frecuencia de náuseas y vómitos, anemia, fatiga, acidez de estómago o somnolencia. También es más habitual el estreñimiento, la aparición de varices o el desarrollo de presión arterial.

En el embarazo múltiple es más frecuente la irritación de la piel y otras molestias asociadas a un mayor volumen del útero y un mayor aumento de peso, como dificultad para sentarse o tumbarse, hinchazón de piernas y pies, dolor lumbar o sensación de fatiga asociada a la disminución de la capacidad respiratoria.

 

 

El embarazo múltiple, semana a semana

La existencia de dos fetos provoca una sobrecarga de la matriz con aumento de la cantidad de sangre circulante y un aumento de mayor tamaño del útero (que en gestaciones únicas), pero el organismo se adapta casi desde las primeras semanas.

Aún así, y como es lógico, si estás embarazada de gemelos es normal que experimentes un aumento de peso mayor durante los primeros meses. De hecho, durante las primeras semanas y hasta el tercer mes, puedes llegar a ganar 5,5 kilos. Durante el resto del embarazo y hasta el nacimiento de tus bebés, tu peso puede subir entre 17 y 20 kilos, frente a los 8-13 habituales de un embarazo único.

El esfuerzo físico para una madre a lo largo de un embarazo múltiple también es mayor. Por eso, sobre todo durante el último trimestre, puedes encontrarte especialmente cansada y con dificultades para descansar debido a la dificultad para estar sentada o tumbada.

Si estás embarazada de gemelos o mellizos, lo más probable es que durante el último trimestre debas ir a la consulta del ginecólogo todas las semanas.

En un embarazo múltiple las probabilidades de parto prematuro aumentan considerablemente como consecuencia del menor espacio de los bebés dentro del útero. La mayoría de estos partos se registran entre las semanas 35 y 37 (en vez de en la 40) aunque el riesgo comienza en la semana 24.

El parto también suele ser más prolongado porque el espacio reducido dificulta las contracciones y la dilatación.

 

Embarazo múltiple: algunos consejos generales

Las mujeres con un embarazo múltiple no deben tomar ninguna medida distinta a quienes esperan un solo bebé, aunque deben extremar ciertas precauciones. En particular, deben cuidar su descanso, ya que el normal agotamiento físico se intensifica. Lo mismo ocurre con la alimentación. Es muy importante mantener una dieta equilibrada con abundantes cantidades de fruta, verduras, lácteos, etc., e incluso, aumentar un poco la cantidad de calorías consumidas a diario aunque siempre evitando las grasas saturadas, los fritos y rebozados. También es recomendable beber más agua. Y, sobre todo, trata de evitar los grandes esfuerzos y el estrés.

 


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