Analítica del primer trimestre: descubre para qué sirve

A lo largo de tu embarazo, te van a realizar una serie de pruebas para comprobar que el proceso gestacional evoluciona con normalidad y todo va bien en lo que respecta a tu salud y la de tu bebé. Normalmente, las pruebas que más se repiten durante el embarazo son las analíticas: una en cada trimestre si el embarazo evoluciona con normalidad y es de bajo riesgo.

Los análisis de sangre, junto con los de orina, se realizan para obtener una serie de datos y parámetros relacionados con tu salud y la de tu bebé, entre ellos: los niveles hormonales, si padeces anemia, si tienes probabilidades de sufrir diabetes gestacional o conocer cuál es tu situación de inmunidad frente a las infecciones.

La analítica del primer trimestre es la más exhaustiva de todas y tiene una gran importancia, pues sirve para comprobar datos fundamentales de tu salud. Por ejemplo, los niveles de glucosa o de hierro, que en muchas mujeres se alteran como consecuencia del embarazo pero que pueden ser reconducidos a sus niveles normales con facilidad tomando las medidas oportunas: dieta adecuada, ejercicio físico, medicamentos o complementos nutricionales prescritos por el médico, etc.

 

¿En qué consiste la analítica del primer trimestre y qué detecta?

La primera analítica de control de tu embarazo se realiza alrededor de la semana número 10 y se compone de las siguientes pruebas:

  • Una analítica básica de sangre.
  • Análisis de orina.
  • Determinación del grupo sanguíneo y test de Coombs indirecto.
  • Cribado combinado del primer trimestre.

Veamos para qué sirven cada una de estas pruebas:

Analítica básica de sangre

Se realiza un estudio rutinario de la sangre (que es común a todas las analíticas) con el fin de cuantificar los valores de:

  • Glóbulos rojos (hematíes).
  • Glóbulos blancos (leucocitos).
  • Plaquetas.
  • Niveles de glucosa, hemoglobina y hematocrito.
  • Otros parámetros.

Por lo general, a excepción de los leucocitos todos estos niveles disminuyen durante el embarazo.

Por otro lado, a través de esta analítica se determinan los anticuerpos con el fin de poder saber con exactitud cuál es la situación de inmunidad de la madre frente algunas infecciones que podrían ser transmitidas al bebé, en especial:

  • Hepatitis víricas: Hepatitis B y Hepatitis C.
  • Rubeola.
  • VIH.
  • Toxoplasmosis.

Análisis de orina

El estudio de la orina de la madre permite la detección de bacterias en la misma y la cantidad de proteínas, por este motivo se incluye también en la analítica.

Determinación del grupo sanguíneo y Rh y test de Coombs indirecto

Otra información importante que nos ofrece la analítica del primer trimestre es conocer el grupo sanguíneo y Rh (puede ser positivo o negativo), con el fin de detectar posibles incompatibilidades entre la madre y su bebé.

También se realiza el test de Coombs indirecto para saber si las madres que son Rh negativo han desarrollado o no anticuerpos contra el Rh positivo.

Cribado bioquímico

Por lo general, en esta primera analítica durante el embarazo también se miden tres sustancias producidas por el feto presentes en la sangre de la madre:  hCG, estriol y alfafetoproteína, con el objeto de empezar a evaluar el riesgo de que padezca síndrome de Down o alguna otra anomalía cromosómica.

 

La detección del síndrome de Down

La detección del síndrome de Down es una de las principales utilidades de la analítica del primer trimestre. Pero hay que tener en cuenta que esta prueba no es determinante de forma aislada, ya que debe ser valorada junto a los resultados de la ecografía de la 12ª semana y otros parámetros.

Para conocer el índice de riesgo que tiene el bebé de padecer anomalías genéticas, entre ellas el síndrome de Down, durante el primer trimestre de embarazo se realiza el cribado combinado del primer trimestre, que es una combinación de pruebas no invasivas:

  • Análisis sanguíneo para determinar las hormonas que se encuentran en la sangre de la madre.
  • Ecografía para medir la translucencia nucal (TN) y el tamaño del feto.

Estos datos se analizan y combinan, utilizando para ello un software específico con una serie de variables demográficas relacionadas con la madre: edad, peso, raza, número de embarazos y hábitos de salud, como si es fumadora o sufre diabetes, etc., dando como resultado un valor que indica el índice de riesgo de que el bebé tenga síndrome de Down u otras patologías.

 

Limitaciones del Cribado combinado del primer trimestre

Aunque su fiabilidad es muy alta (sobre un 85%), el cribado combinado del primer trimestre no ofrece un diagnóstico definitivo, es decir, no permite confirmar si el feto presenta síndrome de Down. Aunque sí nos informa del riesgo que tiene el bebé de padecer esta anomalía cromosómica. Es por lo tanto una información probabilística, que debe ser confirmada, en el caso de que salga un riesgo alto, por una prueba invasiva como la amniocentesis.

 

El test prenatal no invasivo NACE ofrece mayor seguridad

En el mercado encontramos otras pruebas no invasivas, como el test prenatal no invasivo NACE que, siendo igual de seguro para la madre y su bebé que el cribado combinado del primer trimestre, es más completo y fiable, ya que abarca un mayor abanico de posibles alteraciones cromosómicas y tiene una fiabilidad de más del 99%.

 


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