¿Cuándo no debo hacer ejercicio?

Thomas Reilly, Director del Instituto para la Investigación en Ciencias del Deporte y el Ejercicio de la Universidad John Moores de Liverpool (Inglaterra), ha insistido en varias ocasiones en que los estudios realizados por su equipo confirman que el embarazo en sí no prohíbe la práctica deportiva. De hecho, practicar deporte a lo largo de la gestación puede ser muy beneficioso para mantener el tono muscular, controlar el aumento de peso o evitar molestias como los dolores lumbares y de espalda o las piernas y pies hinchados. Por lo tanto, si te gusta hacer ejercicio, no existe problema en continuar practicándolo durante el embarazo.

Los datos muestran que el ejercicio en los embarazos sin riesgos beneficia tanto a la madre como al bebé, pero hay excepciones evidentes para las gestantes: evitar el ejercicio cuando haga mucho calor, reducir los entrenamientos si hay molestias y parar si te sientes cansada, mareada, tienes palpitaciones (fuertes latidos del corazón) te falta el aire o sientes dolor en la espalda o en la pelvis.

Aún así, como cada gestación es diferente, lo recomendable siempre es consultar a tu médico o ginecólogo. Él valorará tu caso concreto y te explicará si existen ejercicios contraindicados o cómo variar la intensidad en tus rutinas deportivas.

Nosotros, por nuestra parte, vamos a exponer algunas situaciones y ejemplos para que sepas cuándo no hacer ejercicio estando embarazada.

 

 

¿Cuándo no hacer ejercicio embarazada?

El ejercicio en el embarazo beneficia tanto a la madre como al bebé, pero existen situaciones con algunos riesgos evidentes para las gestantes, como por ejemplo que haga mucho calor o que la mujer sienta molestias mientras hace deporte. También deberás interrumpir la práctica deportiva si te notas cansada o mareada, si tienes cefaleas, dolor de cabeza persistente, alteraciones de la visión, palpitaciones (fuertes latidos del corazón) o si sientes que te falta el aire. También si experimentas dolor en la espalda o en la pelvis, dolor abdominal intenso, debilidad muscular o sangrado vaginal.

Además, aunque tu cuerpo está preparado para adaptarse anatómica y hormonalmente al embarazo, el Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos (ACOG) determina en qué casos y cuándo no hacer ejercicio embarazada. Algunos de ellos son:

  • Gestantes con enfermedades pulmonares o coronarias.
  • Mujeres con insuficiencia cervical.
  • Embarazos múltiples (existe mayor riesgo de parto prematuro).
  • Rotura prematura de las membranas.
  • Placenta previa (a partir de la semana 26).
  • Preeclampsia (hipertensión inducida por el embarazo).
  • Contracciones tempranas.

Aunque cualquier embarazada debe consultar con el ginecólogo si quiere hacer ejercicio, ya que él examinará su historial clínico y les aconsejará la mejor opción, saber cuándo no hacer ejercicio embarazada es especialmente importante si sufres anemia, diabetes, hipertensión, obesidad, bajo peso excesivo, lesiones en huesos o articulaciones e hipertiroidismo.

 

¿Qué ejercicios no puedo hacer embarazada?

Tan importante es saber cuándo no hacer ejercicio embarazada como los ejercicios perjudiciales para ti o para tu bebé en estos meses.

En líneas generales, debes evitar deportes de alto impacto que impliquen saltos (aerobic, zumba o algunas danzas), contacto o sacudidas bruscas (artes marciales), carga de objetos pesados. También deportes con riesgo de caídas o lesiones (por ejemplo, el ciclismo, esquí o equitación). Y, por supuesto, no debes practicar deportes de riesgo como paracaidismo, parapente o escalada.

Otra cuestión es cómo debes hacer ejercicio si estás embarazada. En deportes como el yoga o el pilates, muy recomendados, evita posturas en las que estés boca abajo o en las que puedas “aplastar” al feto. Además, después del primer trimestre, se aconseja no realizar ejercicios en posición supina (acostado sobre la espalda) o abdominales, ya que el feto ejerce presión en la vena cava y esta postura se asocia con una disminución del gasto cardíaco en la gestante.

 

Consejos para realizar ejercicio estando embarazada

Practicar ejercicio con precaución y conocimientos es bueno para la embarazada y para el bebé. Además de saber cuándo hacer y cuándo no hacer ejercicio embarazada, es importante que conozcas algunos puntos para disminuir los riesgos al máximo.

  • Si realizas ejercicio intenso no lo prolongues durante más de 15 minutos ni practicarlo en clima caluroso y húmedo por el riesgo de deshidratación e hipertermia (aumento de la temperatura).
  • Intenta realizar siempre calentamiento previo y “enfriamiento” posterior (durante 5-10 minutos, acompañado de estiramientos y relajación antes y después de cada sesión).
  • Durante el primer trimestre el riesgo de aborto es mayor, por lo que se deben evitar los esfuerzos agotadores, sobre todo si se han tenido abortos previos o pérdidas. Se recomienda la natación, caminar y ejercicios aeróbicos, pero de intensidad moderada y evitando todo movimiento que implique saltar.
  • En el segundo trimestre el riesgo disminuye, pero el volumen de la tripa empieza a molestar. En estos meses se puede continuar con la natación, caminar y bicicleta estática.
  • Al final de la gestación los impedimentos físicos son mayores, y éste es el momento de no realizar ejercicio embarazada. Aún así, algunos suaves como andar, realizar estiramientos o ejercicios sencillos de yoga o Tai Chi siguen siendo estimulantes y beneficiosos.

Durante el último tramo del embarazo se desaconseja la natación por riesgo de infecciones vaginales o urinarias y por la posibilidad de expulsar el tapón mucoso en la fase final del embarazo y que pase desapercibido.

Si a pesar de estos consejos, quieres realizar ejercicio durante el embarazo, asegúrate de contar con todas las pruebas que puedan determinar el estado de salud de tu bebé, como el Test Prenatal no invasivo NACE, y ten todas las garantías durante la gestación.

 


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