¿Qué es un embarazo de alto riesgo?

La mayoría de gestaciones transcurre sin problemas, pero en algunos casos pueden darse los llamados embarazos de alto riesgo. Los motivos son muy diversos y van desde la edad materna hasta las patologías que pueda tener la futura mamá o las que desarrolle durante la gestación.

 

¿Qué es un embarazo de alto riesgo?

Un embarazo de alto riesgo es aquel en el que existen más posibilidades de complicaciones de salud para la madre y para el bebé.

Aproximadamente un 10% de los embarazos se consideran de riesgo elevado. Estas gestaciones deben seguir un control médico más exhaustivo, e identificar los factores de riesgo es fundamental para su prevención y para disminuir la mortalidad perinatal y materna. Aunque sus causas son variables y pueden manifestarse antes, durante o después de la gestación, existen dos momentos clave para diagnosticar un embarazo de alto riesgo:

  • Durante la consulta preconcepcional o en la primera revisión de la gestante, el ginecólogo realizará a la mujer un examen completo (análisis de sangre y de orina, pruebas de imagen, examen físico, etc.) y revisará su historial médico en busca de factores de riesgo. También pueden utilizarse otros recursos como el Test NACE, una prueba no invasiva (sólo se necesita una muestra de sangre de la madre) que se puede realizar a partir de la semana 10 de gestación y en menos de 72 horas y que es capaz de detectar anomalías genéticas y alteraciones cromosómicas como el Síndrome de Down, de Edwards y de Patau, asociadas en algunos casos al embarazo de alto riesgo.
  • Durante el seguimiento médico pueden surgir complicaciones médicas que se identifiquen con un embarazo de alto riesgo.

 

 

Causas del embarazo de riesgo

La edad materna avanzada es un claro factor de riesgo porque eleva las probabilidades de que el feto sufra alguna anomalía cromosómica, de ahí la importancia de las pruebas de diagnóstico prenatal como el Test NACE.

Tener obesidad, epilepsia, VIH/Sida, enfermedades renales o de la tiroides, anemia, presión arterial elevada, padecer lupus o esclerosis múltiple, ser menor de 16 años, fumar y beber durante el embarazo o sufrir un trastorno de salud mental también son factores de un embarazo de alto riesgo.

Otra circunstancia que aumenta el riesgo en el embarazo es la diabetes gestacional, que se presenta sólo en el embarazo y que aumenta el riesgo de dar a luz antes de tiempo, de preeclampsia e hipertensión arterial, si no se controla adecuadamente.También se consideran embarazos de alto riesgo las gestaciones gemelares o múltiples, ya que en ambos casos los partos prematuros son más habituales.

Por último, la Clínica Mayo de EEUU apunta otras condiciones importantes en la historia médica de la madre relacionadas con un embarazo de alto riesgo. Así, determina que haber tenido una cesárea previa, un bebé de bajo peso al nacer o nacimiento prematuro – dar a luz antes de las 37 semanas de embarazo – podría aumentar el riesgo en los embarazos posteriores. Otros factores incluyen antecedentes familiares de enfermedades genéticas, de abortos o la muerte de un bebé poco después del nacimiento.

 

Cuidados durante el embarazo de alto riesgo

Durante el embarazo de alto riesgo es especialmente importante seguir las indicaciones de tu médico o ginecólogo. Es básico que acudas a todas las revisiones programadas y que te hagas todas las pruebas. En algunos casos, el médico puede indicar reposo total o parcial en una parte o durante toda la gestación.

Otras indicaciones para disminuir el riesgo en la gestación son:

  • Llevar una dieta equilibrada y saludable.
  • No ingerir alcohol, fármacos, tabaco o sustancias tóxicas.
  • Tomar suplementos como ácido fólico, yodo y otras vitaminas siempre que el médico lo recomiende.
  • Visitar un centro especializado en medicina materno-fetal y perinatal.
  • Limitar la actividad física y las situaciones de estrés.

Seguir las instrucciones del médico y solicitar apoyo profesional te ayudará a minimizar riesgos durante el embarazo y te permitirá estar más tranquila. No obstante, recuerda que si tienes alguna de las condiciones médicas apuntadas es importante pedir consulta antes de planear el embarazo para que te asesoren. En el caso de que ya estés embarazada y tu gestación se considere de alto riesgo, no debes alterarte. Tu ginecólogo te hará un seguimiento exhaustivo y tendrá en cuenta todas tus necesidades. Lo más importante es que sigas sus consejos.

 

Baja laboral por embarazo de alto riesgo: cómo solicitarla

La baja por riesgo en el embarazo es un derecho de todas las trabajadoras y a diferencia de la prestación por maternidad, no exige un periodo mínimo de cotización. Su concesión depende del tipo de trabajo, del puesto que ocupe y de la situación clínica de la mujer.

Para solicitar la baja laboral por embarazo de alto riesgo la trabajadora deberá presentar un informe de su médico. La empresa, por su parte, emitirá un documento sobre su puesto de trabajo y sus desempeños para que los servicios médicos correspondientes hagan un certificado acreditando que las condiciones del puesto o su trabajo influyen negativamente en su salud o en la del feto.

En este enlace encontrarás más información sobre la baja laboral por embarazo de alto riesgo. (Requisitos, compatibilidad con otras prestaciones, dónde y cómo solicitarla, etc.).

No obstante, la mejor solución para evitar un embarazo de alto riesgo es contar con una buena información, lo que incluye realizar pruebas prenatales como el Test NACE que permiten conocer, de manera no invasiva, los factores de riesgo a los que se pueden enfrentar los padres durante la gestación de su bebé.

 


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