Aunque en el segundo embarazo la madre está mejor preparada física y psicológicamente, cada gestación, parto y postparto son diferentes. Incluso los médicos tratarán este embarazo de forma distinta al primero, así que la futura mamá debe prepararse también para experimentar nuevas sensaciones, algunas de ellas condicionadas por la edad y por los cambios ya sufridos en su cuerpo. Pero, ¿en qué se diferencia un primer de un segundo embarazo? ¿Aparecen síntomas diferentes? ¿Es cierto que los embarazos pueden ser más cortos?
Los propios médicos tratan de forma distinta un segundo embarazo. Teniendo en cuenta que la media de edad a la que las mujeres deciden ser madres cada vez es mayor, sobre todo por motivos socio-culturales, aquellas que se queden embarazadas con 35 años o más ya se estarán enfrentando a un embarazo de riesgo.
Esto requiere un control más atento por parte del médico a la hora de detectar, por ejemplo, anomalías cromosómicas durante el desarrollo del bebé, algo que se puede detectar de forma segura con pruebas como el test prenatal no invasivo.
¿Cuáles son las principales diferencias entre el primer y el segundo embarazo?
La experiencia es un grado positivo a tener en cuenta al afrontar un segundo embarazo. La madre suele estar más segura porque ya conoce el proceso, los síntomas y el calendario de pruebas de cada trimestre. También es cierto que si en el primer embarazo algo fue mal, en este segundo la madre tomará más precauciones.
Para algunas mujeres el primer y el segundo embarazo son prácticamente iguales. Para otras, por el contrario, ni síntomas ni embarazo ni parto tienen nada que ver. Al final no hay dos mujeres, dos embarazos y dos partos iguales, por lo que cada caso debe verse de manera individual.
Aun así, existen ciertas pautas comunes en todos los segundos embarazos o que se manifiestan en la mayor parte de ellos:
- El cuerpo de la mujer recuerda los cambios vividos en la primera gestación. Por eso durante el segundo embarazo los tiempos de adaptación y reacción del cuerpo se acortan considerablemente.
- Falta de tiempo y mayor cansancio. Aunque lo ideal es prepararse para el segundo embarazo igual que para el primero, ya hay un niño en casa. La rutina, por lo tanto, es más cansada y es fácil que la madre no tenga tanto tiempo para ella.
- La madre es más mayor en el segundo embarazo. Por lo que se recomiendan pruebas como el test prenatal para detectar o descartar posibles anomalías cromosómicas relacionadas con la edad de la madre.
¿Cómo prepararse para el segundo embarazo?
Muchas mujeres disfruten más su segunda gestación porque están más tranquilas, relativizan los pequeños problemas y conocen mecanismos para superar los nervios y el estrés. Aún así, habrá nuevas cosas a tener en cuenta.
La principal ventaja de un segundo embarazo es que la madre está más segura. La experiencia le ayudará a relativizar los problemas y a utilizar los mecanismos que le ayudan a superar los problemas de manera más efectiva reduciendo los nervios y el estrés.
Por ejemplo, uno de los síntomas que se agudizan en el segundo embarazo son la presión pélvica y el dolor de espalda ya que el feto está situado más abajo en el abdomen, por lo que la presión pélvica y el dolor de espalda pueden intensificarse. La realización de actividades físicas como yoga, meditación o natación ayudarán a la madre a tonificarse, evitar el estrés y sentirse menos cansada.
Muchos médicos aconsejan realizar de nuevo los cursos de preparación al parto como una forma de hacer ejercicio, fortalecer el suelo pélvico y la espalda, y mejorar el retorno venoso de las piernas. Además, es posible que, con un niño en casa, la madre apenas tenga tiempo para ella. En este sentido, las clases le permitirán concentrarse exclusivamente en ella y en el nuevo bebé que está en camino.
Por último, y para que la madre esté más tranquila durante los nueve meses, se recomienda cumplir el calendario de visitas y pruebas al completo. Muchas mujeres optan por hacerse un test prenatal en el segundo trimestre para afrontar su segundo embarazo con mayor tranquilidad.
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Cambios físicos en el segundo embarazo
En el segundo embarazo la mujer suele aumentar de peso más rápido. Por esto, es común que la mujer tarde más en recuperar la figura tras el segundo parto. Por eso en el segundo embarazo es especialmente importante controlar el peso y cuidar la alimentación como un método más para estar en forma, aportar al cuerpo todos los nutrientes y vitaminas y notar menos el cansancio.
Si la madre sufrió tensión arterial o diabetes gestacional en el anterior embarazo, deberá tomar medidas desde el primer día para que no vuelva a suceder. Dolor de espalda, nauseas, ciática o problemas de circulación son algunos de los síntomas comunes que pueden aparecer de nuevo o por primera vez en este segundo embarazo.
A nivel físico, tal y como hemos dicho en el punto anterior, en el segundo embarazo los dolores de espalda y la presión en el pelvis son más agudos. La mujer nota antes el aumento de tamaño de la barriga ya que los músculos del abdomen están más relajados y se adaptan mejor a las modificaciones. Según algunas madres, los movimientos del bebé se notan más y antes en el segundo embarazo, aunque a veces esto sucede, simplemente, porque la madre ya conoce la sensación y es capaz de identificarla antes.
Parto, postparto y lactancia en el segundo embarazo
Un segundo embarazo no tiene por qué durar menos ni más que el primero. Si el bebé tiene que adelantarse, lo hará, pero siempre nacerá cuando le toque.
Normalmente el parto tras un segundo embarazo suele ser más corto y menos duro. Esto se debe a que las estructuras internas del cuerpo de la mujer ya se han distendido. También hay menos posibilidades de episiotomía y, cuando ésta es necesaria, su tamaño es menor. Esto favorece la recuperación postparto, que será menos molesta.
Sin embargo es posible que el útero tarde más en volver a su tamaño habitual, lo que se traduce en algunas molestias físicas como contracciones durante los 3 o 4 días posteriores al parto.
En un segundo embarazo la lactancia también es más sencilla. Los pechos y pezones de la madre están más preparados: su piel está más curtida y son menos sensibles así que las grietas y heridas en ellos, tan comunes en las madres primerizas, lo son mucho menos con el segundo hijo. Además, habiendo vivido ya la experiencia de la lactancia la madre se adapta mejor a las necesidades del bebé para las tomas.
También es más sencilla la recuperación de la vida sexual con la pareja tras un segundo embarazo. Las recomendaciones en este sentido son prácticamente las mismas que en el primero: no tener relaciones con penetración en las seis semanas después de dar a luz para que los tejidos se recuperen (sobre todo si hay episiotomía) y que la mujer practique ejercicios de contracción y relajación de la vagina para que el periné recupere su elasticidad.
El tiempo mínimo recomendado para quedarse embarazada de nuevo son seis meses, ya que es posible que la mujer en este tiempo no se haya recuperado para afrontar los cambios estructurales y físicos de un nuevo embarazo. Aún así, la OMS recomienda a las mujeres un mínimo de 18 meses entre dar a luz y volverse a quedar embarazadas. En las gestaciones muy seguidas aumenta el riesgo de anemias, parto prematuro, desarrollo deficiente del bebé y otras complicaciones.
Por último, hay que recordar que muchas mujeres disfrutan más de su segundo embarazo ya que el primero no pudieron vivirlo por los nervios y el estrés. Pruebas como el TEST prenatal NACE permiten a la madre afrontar gran parte del embarazo con tranquilidad y disfrutar de un momento tan importante como se merece.