La luna llena y el parto: ¿de verdad influye o es un mito?

Según la creencia popular la fase lunar puede determinar el momento y desarrollo del parto. Pero, ¿existen evidencias científicas de esta relación entre luna llena y parto? ¿Realmente se puede predecir la fecha de un parto en base al calendario lunar? En este post desmontamos algunos mitos al respecto.

 

Luna llena y parto: estudios que “desmontan” el mito

En 2005, investigadores del Mountain Area Health Education Center de Carolina del Norte analizaron más de medio millón de nacimientos producidos entre 1997 y 2001 y a lo largo de 62 ciclos lunares. Las conclusiones de aquel estudio que buscaba una relación vinculante entre luna llena y parto se publicaron en la prestigiosa revista de la Asociación Americana de Obstetricia y Ginecología y fueron contundentes: no había diferencias significativas en la frecuencia de nacimientos según las fases de la luna.

Esta no es la única investigación de estas características. En 2015, un profesor de astronomía de la UCLA (Universidad de California) demostró que entre luna llena y parto no había relación evidente, como tampoco la había con un aumento de los accidentes de coche, con el tipo de resultados de una cirugía o con el registro de más actividades criminales, cuyo aumento se relaciona popularmente con el ciclo lunar.

También en España se han realizado estudios similares. En el Hospital de Manises (Valencia) se analizaron 4.700 partos atendidos entre 2013 y 2015, y en el Hospital Universitario Príncipe de Asturias (Alcalá de Henares, Madrid), la Federación de Asociaciones de Matronas de España estudió 2.137 partos durante 12 ciclos lunares. En ambos casos se investigó la posible relación de la luna con los partos y con su comienzo diurno o nocturno. Los resultados fueron negativos y concluyentes: ninguna fase lunar aumenta el número de partos.

La ciencia, por tanto, es bastante clara en este sentido: luna llena y parto no están relacionados. Sin embargo, ¿por qué existe esta creencia popular tan arraigada? ¿Qué elementos son los que, durante años, han dado “veracidad” a estas teorías?

 

 

Luna llena y ciclo menstrual de la mujer: ¿cuáles son las bases de esta creencia popular?

Existen dos elementos que podrían ser la clave para entender porqué, durante años, la relación entre luna llena y parto se ha dado por supuesta.

En primer lugar, la duración del ciclo menstrual de la mujer, al igual que el de la luna, es de 28 días. Eso pudo establecer una relación entre la ovulación (en luna llena) y la menstruación (en luna nueva) según la cual el parto, en teoría, se desencadenaría 9 ciclos lunares después, siempre en luna llena. De ahí que haya cierto misticismo alrededor de la relación entre nuestro satélite y la sexualidad femenina.

El otro motivo de la vinculación entre luna llena y parto podría basarse en la relación, en este caso real, de la luna y las mareas, y cómo esta vinculación podría tener algún efecto sobre el líquido amniótico. Sin embargo, el efecto gravitacional de la luna se nota únicamente en grandes masas (como por ejemplo los océanos), pero no en el cuerpo humano.

 

¿Cuáles son los verdaderos desencadenantes de un parto?

Durante años, los especialistas han investigado para conocer cuáles son las posibles causas desencadenantes del parto. Sin embargo, los motivos exactos que provocan el comienzo de las contracciones todavía son, en gran parte, desconocidos.

Aún así, existen posibles causas a las que los especialistas dan una mayor veracidad. Algunas de ellas son:

  • Causas miometrales y musculares. Al final del embarazo las fibras musculares del útero se sobredistensionan y eso podría ser uno de los orígenes del parto.
  • Maduración del bebé. Cuando el bebé está completamente desarrollado, segrega hormonas que pasan a la madre a través del cordón umbilical provocando el inicio de las contracciones.
  • Aumento de la oxitocina. Durante las últimas semanas del embarazo, los receptores de oxitocina del útero se multiplican hasta alcanzar un punto crítico y una óptima sensibilidad a esta hormona, capaz de aumentar las contracciones en número y, sobre todo, en intensidad.
  • Estrés. Las situaciones de ansiedad y nerviosismo durante el embarazo incrementan el riesgo de parto prematuro (antes de la semana 37). Según algunos expertos, el estrés o la depresión se relacionan con el incremento en la producción de hormonas con un papel significativo a la hora de desencadenar el parto.

 

¿Existe alguna forma de calcular el momento exacto del parto?

El embarazo dura aproximadamente 40 semanas o 280 días, es decir, 10 meses lunares. Puesto que la fecha de referencia que tenemos es la última menstruación, debemos hacer los cálculos en base a ella. Los cálculos siempre serán orientativos (pueden variar entre diez días antes y diez días después) ya que el parto puede adelantarse o retrasarse por diversos factores, entre ellos la regularidad de las reglas de la mujer.

En todo caso, esta pauta sería válida sólo para los embarazos únicos, ya que en los embarazos múltiples el riesgo de parto prematuro es mucho más elevado: más del 50% de los partos gemelares son prematuros y prácticamente el 100% de los de trillizos también lo son.

Sin embargo, el parto prematuro no supone un peligro en sí mismo, pero es recomendable contar con todas las herramientas para garantizar la seguridad, tanto de la madre como del bebé, y para ello existen pruebas como el TEST prenatal NACE que permiten afrontar estas últimas etapas del embarazo con un mayor control y tranquilidad, con el fin de disfrutar de este momento único con la mayor confianza.

 

 


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