A la hora de lograr quedarte embarazada es de vital importancia conocer bien nuestro cuerpo, ya que de esta forma nos será más fácil conseguirlo. El cálculo de días fértiles es una de las formas de conocer mejor tu cuerpo para calcular qué días conseguir un embarazo. Pero, ¿cómo podemos saber cuáles son nuestros días fértiles? Uno de los métodos recomendados para este fin es el cálculo de la temperatura basal.
Una vez has logrado quedarte embarazada, empezarán a surgirte dudas sobre si tu bebé nacerá sano o sobre cuáles son las principales pruebas que debes hacerte, pero hasta ese momento, conocer más sobre la temperatura basal puede ser la clave.
¿Qué es la temperatura basal en el embarazo?
La temperatura basal es la temperatura que presenta tu cuerpo justo en el momento de despertarte por la mañana. Tras la ovulación, la temperatura corporal de la mujer asciende ligeramente entre 0,2 y 0,5 grados por encima de su temperatura normal, un ascenso que se mantiene durante los siguientes diez días por lo menos, hasta el inicio del próximo ciclo menstrual, cuando la temperatura vuelve a bajar a su valor original. Un cambio muy leve que, sin embargo, puede ser la clave para conseguir ese deseado embarazo.
Los días fértiles corresponden a los cuatro días anteriores a la ovulación, el propio día de ovulación y el día después de la misma. Con la temperatura basal se puede realizar una aproximación al día de ovulación, que es sin duda el día más favorable para lograr ese embarazo.
Cómo medir tu temperatura basal
Para conseguir una medición lo más precisa posible de la temperatura basal, es importante tener disciplina y desarrollar una rutina a la hora de medir tu temperatura.
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- Para medir tu temperatura basal necesitas la máxima precisión. Lo más recomendable es utilizar un termómetro de mercurio, y utilizar siempre el mismo.
- Debes medir tu temperatura basal nada más despertarte, antes de salir de la cama. Por ello, es recomendable que dejes preparado el termómetro la noche anterior.
- Intenta que la toma de temperatura se produzca todos los días a la misma hora y en la misma parte del cuerpo ya sea boca, axila o vagina.
- Ten en cuenta que la temperatura puede variar ante cualquier alteración: si estás enferma, si has realizado mucho ejercicio o si simplemente has trasnochado. Deberás tener en cuenta todos estos factores.
La curva de la temperatura basal
Una vez aclarados estos temas vamos a pasar a ver cómo se calcula lo que se conoce como la curva de la temperatura basal.
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- Tienes que empezar a tomarte la temperatura el primer día del ciclo menstrual, es decir, el primer día que baja la menstruación. Te tendrás que tomar la temperatura todos los días hasta que comience tu próximo ciclo.
- Anota todos los días la temperatura en un papel y haz un gráfico, en el cual aparezcan horizontalmente los días y verticalmente los grados.
- Los días que estás enferma o has sufrido algún cambio que pudiera afectar a tu temperatura basal, anótalos con abreviaturas para identificarlos rápidamente.
- Cuando se está ovulando se verá un ligero aumento de la temperatura, incremento que da paso a la fase lútea y que es la señal clave de que hemos ovulado.
- Si estás embarazada tu temperatura seguro que subirá, y lo más probable es que casi hasta final de embarazo la temperatura basal no baje a su nivel habitual.
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En este método la constancia es la clave, ya que si no se miden los resultados a diario no se puede obtener un rango de días fértiles correctos.