Para que nazca sano

El mayor deseo de un padre y una madre es que su hijo nazca sano. Y la mejor receta para lograrlo es la prevención. De hecho y como recuerda la Fundación 1.000 en su programa “Para que Nazca Sano” para reducir el riesgo de defectos en los bebés, la prevención debe empezar antes del embarazo.

Hace cuatro décadas que la doctora María Luisa Martínez-Frías decidió dedicarse en cuerpo y alma a la prevención de las malformaciones congénitas en España. El empeño le llevó a estudiar a un poco más de 3.000.000 niños españoles recién nacidos, entre los cuales unos 52.000 presentaban anomalías, y cuyos datos se comparan con otros tantos bebés sanos. El resultado: seis síndromes nuevos descubiertos, cientos de estudios publicados en revistas científicas de prestigio y muchos, muchos niños que han nacido sanos gracias a ella y a todo su equipo (en el que participan unos 400 médicos de todo el país). Su proyecto es el único dedicado a cuantificar y rastrear las causas por las que los bebés pueden sufrir  malformaciones. Y el único también que puede enorgullecerse de haber controlado a más de 3 millones de recién nacidos.

Si la frecuencia de malformaciones al nacer es de entre un 2% y un 3%, “nosotros estamos actualmente en un 1,2%. No sólo porque es cierto que ha aumentado mucho el número interrupciones del embarazo por defectos fetales, sino porque conocemos ahora mejor que antes muchos de los factores ambientales que pueden desencadenarlos”, insiste la doctora Martínez-Frías, presidenta de la Asociación Española para el Registro de Malformaciones Congénitas (ASEREMAC).

También gracias a la llegada de nuevos test de cribado prenatal no invasivos como el Test Nace que permite, con tan sólo una muestra de sangre de la madre y en menos de 72 horas conocer si el feto padece o no Síndrome de Down, de Edwards o de Patau.

Hace más de 30 años, la «mala suerte o el mal de ojo eran la razón por la que un bebé nacía con algún defecto. Hoy se conoce el 40% de las causas, mientras que el resto se sigue investigando», agrega la experta.

La presidenta de ASEREMAC insiste en que la prevención empieza antes del embarazo. Así, las recomendaciones relacionadas con las exposiciones a factores ambientales como el alcohol o el tabaco y otras drogas desde antes de abandonar dejar el método anticonceptivo y deben cumplirse tanto por parte de la madre como del padre. Los conocimientos científicos actuales han demostrado que tres meses antes de la gestación es importante proteger la formación de los gametos tanto masculinos (espermatozoides) como femeninos (óvulos). Los factores ambientales mencionados pueden alterar su desarrollo y maduración y pueden provocar abortos espontáneos precoces (cuando la mujer ni siquiera sabe que está embarazada), tardíos o malformaciones y defectos congénitos. Asimismo es necesario tomar ácido fólico y otras vitaminas durante el periodo de formación de los gametos y seguir tomándolos durante todo el embarazo salvo que el médico considere que no existe alguna contraindicación. De este esta forma se evitan diferentes tipos de malformaciones congénitas en el bebé, como la espina bífida, defectos cardiacos y otras.

Recomendaciones de la Fundación 1000

– Para las parejas antes de ser padres.

    • Acudir al médico antes. Informar de su estado de salud, así como de posibles enfermedades hereditarias, y pedirle información antes del embarazo.
    • Aprovechar las edades jóvenes para tener hijos. A partir de los 35 años de edad, el riesgo de alteraciones en la descendencia aumenta considerablemente.
    • Desde el momento en que se intente, o no se evite, el embarazo se debe actuar como si ya se hubiera producido. No se debe esperar hasta el momento de confirmarlo, porque esto no tendrá lugar hasta unas semanas después. Es muy importante que el embrión esté protegido especialmente en esas primeras semanas ya que es cuando se desarrollan todos los órganos del futuro bebé. A partir de la visita al médico previa al embarazo, y de acuerdo con su prescripción, la mujer deberá iniciar la toma de ácido fólico (una vitamina del grupo B). Debe tomarse desde antes del embarazo hasta el final de la semana 12 de gestación (14 desde la fecha de la última regla).

– Para los padres de las futuras madres

      • Cumplir los planes de vacunación establecidos para la infancia y adolescencia, porque se evitan enfermedades infecciosas. Una de ellas, la rubéola, que supone un grave riesgo para la futura descendencia si se padece durante el embarazo.
      • Informar a sus hijos de que la maternidad en la adolescencia, aparte de otros problemas, supone un mayor riesgo de defectos congénitos.

– Alimentación de las futuras madres

      • Debe ser, además de suficiente, variada, equilibrada y sana, como la dieta mediterránea.
      • No consumir hígado durante el embarazo, si acaso de forma muy esporádica, ni ingerir carnes crudas o poco cocinadas porque pueden transmitir la toxoplasmosis. Las frutas y verduras crudas deben ser cuidadosamente lavadas. También se debe disminuir la sal, no tomar exceso de bebidas con cafeína ni alcohol, ni tabaco.



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