El segundo trimestre de embarazo es, por regla general, el más fácil para las embarazadas. Después de todos los cambios que has sufrido en los primeros meses de gestación y todos los primeros síntomas ya superados, empiezas a acostumbrarte a tu nueva situación. Además, las náuseas matinales y los vómitos suelen empezar a remitir. Sin embargo, sigue produciéndose muchos cambios durante el segundo trimestre de embarazo, tanto en ti como en el bebé.
Cambios externos en la madre en el segundo trimestre de embarazo
A lo largo del segundo trimestre notarás muchos cambios, tanto a nivel externo como a nivel interno. Hay ciertos cambios que prácticamente todo el mundo podrá observar y asociará rápidamente al embarazo:
- El crecimiento del abdomen empieza a ser notable.
- En los pechos también hay cambios. Los pezones y el área más oscura a su alrededor, las areolas, puede haberse agrandado y oscurecido, al igual que las pequeñas protuberancias en la areola, llamadas glándulas de Montgomery.Tu cuerpo se está preparando para la producción de leche.
- Manchas en el rostro. No siempre ocurre, pero cabe la posibilidad de que te aparezcan manchas oscuras en la zona de las mejillas la frente, la nariz o el labio superior. Normalmente estas manchas desaparecerán después del parto.
- Aparición de estrías. No siempre ocurre, pero el cambio de peso generalizado y repentino favorece la aparición de estrías. Las zonas del abdomen, pechos, muslos y nalgas son las más propensas.
- Aparición de vello en algunas zonas de tu cuerpo. No tiene por qué ser siempre, pero en ocasiones, y a causa de las hormonas, es posible que aparezca vello corporal en algunas zonas donde antes no tenías, vello que desaparecerá pasado un tiempo tras el embarazo.
Cambios internos en la madre en el segundo trimestre de embarazo
Más allá de los cambios que todo el mundo puede ver, tu cuerpo de manera interna también está cambiando:
- Hacia el final del segundo trimestre es posible que notes contracciones en la parte inferior de tu abdomen, lo que se conoce como Contracciones Braxton Hicks. Por lo general son indoloras, provocando sólo una leve incomodidad y molestia. A medida que vaya acercándose a la fecha del parto, comenzarás a notarlas con mayor intensidad.
- La presión en el estómago empieza a ser mayor, lo que puede hacer que tengas digestiones más pesadas y que empieces a tener síntomas de ardor estomacal.
- Curvatura de la zona lumbar. Debido al peso del abdomen, forzarás la columna de manera de acabes curvando la zona lumbar. Esto puede provocarte cierto dolor generalizado en toda la espalda.
- En la pelvis también sentirás presión como consecuencia del crecimiento del útero.
- Calambres tanto en los pies como en las piernas. Procura hacer algo de ejercicio, por ejemplo andando al menos media hora al día para disminuir los calambres.
- Cambios en la circulación sanguínea. Tu volumen de sangre puede aumentará a lo largo del segundo trimestre del embarazo, hecho que contribuye a que tengas una sensación de pesadez general.
- Dolor en la pelvis y en la cadera provocado por el aumento y la presión uterina.
- En el flujo también es probable que notes cambios. Normalmente, la cantidad de flujo aumenta a lo largo del embarazo debido a la mayor hormonación que las mujeres atraviesan durante la gestación.
- Los pulmones trabajan a una capacidad mayor a la que estás acostumbrada, con lo que es posible que notes como te falta el aliento en ciertas ocasiones.
Cada embarazo es un mundo, y no todas las mujeres tienen por qué sentir los mismos cambios durante el segundo trimestre del embarazo. Aunque algunos de éstos se traducen en molestias durante el embarazo, lo fundamental es entender que cada cambio en tu cuerpo, vigilado por la cuidadosa mirada de los especialistas, es un paso adelante hacia el nacimiento de un bebé sano.