En el embarazo es muy frecuente sufrir dolores y molestias abdominales que pueden confundirse con los dolores menstruales. Las causas principales son el efecto de las hormonas en el primer trimestre y el crecimiento del útero, que comprime los órganos, a partir del segundo.
Aunque estas molestias pueden darse durante todo el embarazo son más frecuentes en el segundo trimestre. No suelen revestir ninguna gravedad ni suponer complicaciones y solo requieren atención médica en los siguientes casos: el dolor se encuentra focalizado en el centro de la pelvis, es muy intenso y/o existe presencia de sangrado.
¿Qué es el dolor menstrual?
El dolor menstrual se caracteriza por un dolor variable en su intensidad en la zona de los ovarios. Técnicamente se denomina dolor pélvico intermenstrual y se manifiesta en la mitad del ciclo: el día 14 en ciclos de 28 días, momento en el que el óvulo es expulsado del folículo que lo alberga hacia las trompas de Falopio.
Se trata de un dolor en el abdomen (bajo vientre) localizado en el costado correspondiente al ovario que está ovulando. Hay que tener en cuenta que algunas mujeres ovulan cada mes de un ovario alterno y otras ovulan varios meses del mismo. Por eso, la sensación de dolor se puede percibir cada mes en puntos diferentes.
El dolor es punzante, de tipo cólico y de duración variable: de unos minutos a 48 horas, pudiendo irradiarse a la zona lumbar. Este trastorno afecta a un 20% de las mujeres y no es grave ni indicativo de que se sufra alguna patología, aunque puede llegar a ser muy molesto. Va acompañado de un aumento del flujo vaginal, ya que coincide con el momento de la ovulación. Además del dolor de ovarios y el aumento de flujo vaginal, otros síntomas principales son: hinchazón y dolor en los senos.
¿Por qué se producen dolores menstruales también en el embarazo?
Durante el embarazo es frecuente sentir un dolor de ovarios semejante al menstrual y, en cierto sentido, es una sensación normal causada por los cambios que se están produciendo en el organismo de la mujer gestante.
En el primer trimestre del embarazo, durante la gestación temprana, puede aparecer una sensación leve de calambres en el bajo vientre parecida a la de los dolores menstruales. Este tipo de dolor de ovarios después de ovular suele ser poco intenso y es más una sensación de tirantez abdominal que un dolor puro y duro. En principio no debe ser motivo de preocupación, ya que es un síntoma muy común que se asocia al agrandamiento del útero durante esta fase y normalmente los calambres irán disminuyendo a medida que progrese el embarazo.
Durante el segundo trimestre también pueden aparecer calambres suaves o pequeñas contracciones que pueden producir dolor, aunque duran poco tiempo. Estos síntomas suelen aparecer cuando realizamos algún esfuerzo físico y desaparecen con el reposo, un baño de agua caliente puede ayudar a relajar la musculatura y aliviar esas molestias. Estas contracciones se denominan en el argot médico como contracciones de Braxton Hicks.
Por lo general, los dolores de ovarios durante el embarazo ocurren porque el útero se está preparando para el próximo parto. De todas formas, si el dolor es intenso o las contracciones se presentan muy a menudo (más de seis en una hora) se debe acudir al médico para descartar posibles problemas.