Dolor de ciática en el embarazo: el secreto para aliviarla

El dolor de ciática en el embarazo, así como otros dolores de la espalda como el dolor lumbar o la dorsalgia, son molestias que se dan con bastante frecuencia en muchas mujeres embarazadas. Aunque en ocasiones estos dolores son leves y desaparecen en unas semanas, en el caso de que los sufras no debes restarle importancia, puesto que sino se tratan correctamente pueden aumentar en intensidad, tener un impacto negativo en las actividade diarias e, incluso, llegar a cronificarse, perdurando tras dar a luz.

Los dolores de espalda en el embarazo suelen tener una causa muy clara: la espalda de la mujer encinta sufre una tensión adicional debido a que el útero, al encontrarse en expansión, desplaza el centro de gravedad, estirando y debilitando los músculos abdominales. A esto hay que sumar que los cambios hormonales que se producen en el embarazo pueden provocar una distensión de las articulaciones y los ligamentos que conectan los huesos pélvicos a la columna vertebral. En conjunto, estas circunstancias provocan que muchas mujeres embarazadas se sientan menos estables y noten dolores al moverse o caminar, casi siempre a partir del quinto mes de embarazo.

 

Características del dolor de ciática en el embarazo

La ciática es un dolor localizado en la parte superior del glúteo que tiende a irradiarse por la cara posterior del muslo y la pierna, pudiendo llegar hasta el pie. El dolor se produce por una compresión de los nervios ciáticos cuando salen del sacro. Dicho dolor suele ir acompañado de entumecimiento, hormigueo o debilidad.

¿Por qué es tan frecuente en las embarazadas?

Se estima que entre un 35-50% de las gestantes padece de dolor de ciática en algún momento del embarazo. Esta frecuencia tan alta se explica por el aumento tan espectacular del útero (hasta 20 veces su tamaño normal conforme el bebé va creciendo), lo que provoca que ejerza cada vez más presión a su alrededor. Si alcanza al nervio ciático es cuando se produce el dolor en la zona inferior de la espalda, glúteos, cadera y piernas.

Ten en cuenta que si tienes antecedentes de dolores de ciática o lumbares o no descansas adecuadamente, tienes más posibilidades de padecer este mal durante tu embarazo.

 

Claves para prevenir o aliviar el dolor de ciática en el embarazo

Existen una serie de hábitos sencillos que te pueden ayudar a prevenir y, en el caso de que aún así se produzca, reducir o aliviar el dolor de ciática.

  • Salvo que el médico te lo haya recomendado por algún motivo, es conveniente evitar la vida demasiado sedentaria y el reposo excesivo.
  • Procura sentarte en sillas con un buen respaldo y, si puedes, coloca una almohada detrás del cintura.
  • Evita estar mucho rato en la misma posición, ya sea sentada o de pie y aún menos “encajada en un sofá”.
  • Procura dormir en un colchón rígido y en posición de cúbito lateral (mejor en el lado izquierdo). Un hábito muy recomendable mientras duermes es colocar una almohada entre las piernas, ya que te ayudará a mantener recta la columna vertebral y reforzar el apoyo de la espalda.
  • El tipo de calzado es muy importante: el tacón no debería ser ni muy alto ni tampoco excesivamente bajo.
  • Procura no levantar objetos pesados, y si lo haces utiliza una buena higiene postural: flexionar las rodillas, concentrar la fuerza en las piernas y mantener recta la espalda.
  • Si el dolor de ciática ya ha comenzado es posible aliviarlo con: masajes suaves, aplicando bolsas de agua caliente en la zona dolorida e, incluso, poniendo en práctica técnicas de relajación.
  • Si el dolor es muy intenso puedes probar a tomar complementos de vitamina B para reforzar los nervios y, siempre con prescripción médica, algún antiinflamatorio.

 

Para acabar una buena noticia: en la mayoría de cosas la ciática desaparece en el momento de dar a luz.

 


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