18 semanas de embarazo: los cambios en la madre y el bebé

Cuando se llevan 18 semanas de embarazo, los cambios tanto en la madre como en el bebé son ya muy evidentes. A estas alturas de la gestación, aproximadamente 4 meses y medio, el útero de la mujer ha aumentado de tamaño considerablemente, rozando la altura del ombligo. El bebé ya ha alcanzado un nivel de desarrollo importante y, aunque levemente, es posible que la madre empiece a notar sus movimientos y cambios de posición.

A continuación, citamos los principales cambios que van a experimentar madre y bebé en el meridiano del embarazo.

 

Cambios en el cuerpo de la mujer

  • El útero crece y se posiciona un poco por debajo del ombligo, aproximadamente 2 cms.
  • La estructura corporal va cambiando progresivamente, produciéndose un aumento de peso (lo ideal sería que fuese de unos 5-6 kgs). Se producen cambios en la postura y posición de la columna, ya que la mujer se ve obligada a tener que inclinar más la espalda.
  • Notable crecimiento de la barriga y los pechos.
  • Aunque no les ocurre a todas las embarazadas, es probable que aparezcan espinillas y manchas en la piel, sobre todo en el rostro.

 

Síntomas y molestias en la madre

  • Es habitual sentir molestias y dolores en espalda y lumbares.
  • Algunas mujeres pueden sufrir mareos por la presión del útero sobre las venas y por las bajadas bruscas del nivel de azúcar.
  • También es normal tener un flujo blanquecino constante que tiende a aumentar a medida que se aproxima la fecha del parto.

 

Desarrollo del bebé

En la semana 18 de embarazo el bebé suele medir entre 15 y 18 cms y pesar entre 160 y 200 grs. Es, por lo tanto, un desarrollo considerable que posibilita que la madre pueda empezar a notar sus “pataditas” y cambios de postura o posición.

Los cambios más significativos que se producen en el bebé son:

 

  • Desarrollo auditivo. A las 18 semanas el bebé puede comenzar a escuchar sonidos: los latidos de su propio corazón, el paso de la sangre por el cordón umbilical y hasta ruidos procedentes del exterior. Por eso es una buena idea ponerle música o canturrearle.
  • Sus ojos comienzan a volverse más sensibles a la luz.
  • El tórax del bebé ya simula el movimiento de la respiración, aunque el niño sigue ingiriendo únicamente líquido amniótico.
  • Las impresiones digitales comienzan a desarrollarse. Primero a  través de la acumulación de grasa en las puntas de los dedos de manos y pies, que posteriormente se irán transformando en líneas onduladas que son únicas en cada persona.
  • El intestino grueso y muchas glándulas digestivas se desarrollan cada vez más.
  • Es probable que empiece a realizar gestos faciales, como bostezar o hacer muecas.
  • Los huesos comienzan a solidificarse.

 

Si estás embarazada, es posible que a partir de la semana 18 notes también cambios en tu estado de ánimo, caracterizados por una mayor sensibilidad y necesidad de atención. Puede que te sientas más ansiosa y preocupada por la futura maternidad, la salud del bebé o el momento del parto.

 


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