La prueba de la glucosa en el embarazo es un test que se realiza a todas las embarazadas con el objetivo de determinar una posible diabetes gestacional. Se trata de una prueba sencilla y sin efectos secundarios, fundamental para controlar la salud de madre e hijo.
¿Por qué es importante la prueba de la glucosa en el embarazo?
La diabetes gestacional es una complicación relativamente frecuente en el embarazo que se produce debido al aumento de sustancias como el cortisol, la prolactina o el lactógeno en la embarazada. Estas sustancias neutralizan la producción de insulina provocando un aumento de los niveles de glucosa en sangre y convirtiendo a la mujer en diabética durante la gestación.
Aunque se trata de algo temporal, en un 17% de los casos la diabetes gestacional puede convertirse en Diabetes Mellitus.
La diabetes gestacional se relaciona con mayor probabilidad de cesáreas, hipertensión arterial o preeclampsia, así como exceso de líquido amniótico que puede provocar una rotura de la bolsa amniótica y desencadenar un parto prematuro. También puede producirse un crecimiento excesivo del feto (macrosomía) y desgarros en el periné durante el parto debido al mismo.
La prueba de la glucosa del embarazo (también llamada test O´Sullivan) es muy importante para detectar la diabetes gestacional lo antes posible y remitir a la mujer a un especialista que controle el embarazo evitando la aparición de complicaciones maternas y fetales.
¿A quién se le debe hacer este test?
La prueba de la glucosa en el embarazo está indicada para todas las embarazadas entre las semanas 24 y 27 de la gestación. En mujeres con factores de riesgo como edad avanzada (más de 35 años), obesidad anterior al embarazo, diabetes gestacional en embarazos previos, gestaciones múltiples, hijos previos con macrosomía (>percentil 90 de peso al nacer) o Diabetes mellitus en familiares de primer grado, la prueba debe realizarse antes, a lo largo del primer trimestre.
¿En qué consiste la prueba?
El objetivo de la prueba de glucosa en el embarazo es medir la capacidad del organismo para metabolizar la glucosa. El proceso es muy sencillo: la gestante ingiere un jarabe azucarado con 50 gramos de glucosa y, una hora después, se le realiza una extracción sanguínea para la determinación de glucosa.
En condiciones normales, los niveles de glucosa alcanzan el nivel máximo a la hora y, después, comienzan a bajar. Si los niveles de glucosa pasada una hora son mayores de 140 mg/dl la prueba se considera positiva y es necesario realizar una “curva larga” o sobrecarga para confirmar resultados.
Durante esta segunda prueba de glucosa en el embarazo, se extrae a la mujer una primera muestra de sangre, en ayunas, para determinar su índice de glucemia basal. Después, la gestante ingiere un jarabe con 75-100 gr. de glucosa y se obtienen muestras de sangre 1, 2 y 3 horas después.
Los índices, en este caso, deben situarse en menos de 95 mg/dl en ayunas, menos de 180 mg/dl una hora después de la ingesta, menos de 155 mg/dl dos horas después y menos de 140 mg/dl pasadas tres horas. Si dos de los tres valores determinados están por encima de los límites, se diagnostica a la paciente de “diabética gestacional”.
Preparación para la prueba de la glucosa en el embarazo
El Test O´Sullivan no requiere ninguna preparación especial y puede realizarse a cualquier hora del día, por lo que no es necesario realizarlo en ayunas ni seguir pautas de alimentación previas.
Para la curva larga, la embarazada deberá estar en ayunas ocho horas antes de la prueba (únicamente puede beber agua). Tampoco podrá beber ni comer mientras se realice la prueba, y durante este tiempo deberá estar en reposo.
¿Qué sentiré durante la prueba? ¿Tiene efectos secundarios?
La prueba de la glucosa en el embarazo no tiene efectos secundarios, aunque algunas personas pueden sentir náuseas al tomar una bebida tan azucarada. Si la embarazada vomita, deberá repetir la prueba otro día. Esto es especialmente común en la curva larga, ya que la cantidad de solución es mayor y más azucarada, y además debe tomarse en ayunas.
Respecto a la extracción o extracciones de sangre, son mínimas, y no conllevan ningún efecto secundario.
Por último, algunas mujeres experimentan un descenso de la glucemia, especialmente hacia el final del test. La sensación es similar a cuando se tienen niveles bajos de glucosa, aunque en la mayoría de los casos estos niveles son normales. Aun así, si experimentas síntomas de hipoglucemia como mareos, sudoración, irritabilidad, ansiedad, confusión o latidos cardiacos rápidos, consulta con el personal médico por si es necesario suspender la prueba.
¿Qué ocurre si me diagnostican diabetes gestacional?
Si el resultado de la prueba de glucosa del embarazo es positivo, tu médico te derivará a un especialista. Generalmente, la diabetes gestacional remite cuando acaba el embarazo, aunque existe un porcentaje mínimo de casos en los que la enfermedad se cronifica. Por eso algunos expertos recomiendan realizar otra prueba de glucosa entre seis y ocho semanas después de dar a luz que confirme o descarte este diagnóstico.
Durante el embarazo siempre puedes consultar las distintas pruebas a las que puedes someterte, especialmente aquellas que no entrañen riesgo para ti ni para tu bebé, como el Test Prenatal NACE.