Esperar durante nueves meses al nacimiento de un hijo es una alegría, aunque el médico sitúe ciertas barreras que deben ser infranqueables por tu salud y la de tu bebé. Hay ‘conductas’ no recomendadas que deberías tener presentes y aceptarlas de buen grado porque, aunque el embarazo no es ni mucho menos una enfermedad, sí es un periodo en el que hay que adoptar ciertas precauciones y cuidarse.
No deberías:
- Tomar Fármacos. No automedicarte. En caso de sufrir un catarro, diarrea o cualquier otro proceso patológico que consideres poco trascendente durante el embarazo no consumas fármacos o productos de parafarmacia sin la previa consulta con tu médico. Tampoco sirve el consejo de una amiga que haya estado embarazada antes y que pasó previamente por lo mismo. Tienes muchas vías para consultar, porque además de tu ginecólogo, existen en nuestros país los llamados Servicios de Información sobre Teratógenos del Estudio Colaborativo Español de Malformaciones Congénitas (ECEMC, un programa de investigación sobre las causas por las que se producen los defectos y malformaciones congénitas, que se observan en niños recién nacidos). En marcha desde 1991 y sostenidos dentro de la Fundación 1000 de forma gratuita para los usuarios, se trata de dos servicios de información sobre teratógenos: uno dirigido a los profesionales médicos (SITEE- Servicio de Información Telefónica sobre Teratógenos Español) y, otro, para la población general (SITE-Servicio de Información Telefónica para la Embarazada). De esta forma rápida y sencilla se puede hacer llegar la información científica actualizada a las personas que deben aplicarla y utilizarla, además de solventar cualquiera de tus dudas de forma casi instantánea.
- Ni fumar, ni exponerse al humo ambiental. Los datos apuntan a que más de la mitad de las mujeres españolas embarazadas fuma y que a pesar de que el 93% de la población sabe que el tabaquismo pasivo es perjudicial para ellas, muchas mantienen este hábito. Son datos de estudios realizados por Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), cuyos expertos consideran beneficioso abandonar el tabaco de forma radical durante este periodo. El consumo de tabaco puede tener como consecuencias el parto prematuro, la falta de crecimiento del feto, labio leporino, desprendimiento de placenta, y problemas respiratorios del bebé al nacer.
- Consumir alcohol. Ya en 1997 un estudio publicado en ‘Child Development’ constató que tomar de una a dos copas diarias de alcohol puede afectar al desarrollo del bebé. La propia Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) reconoce que lo ideal es eliminarlo antes, durante y después del embarazo (en la lactancia), porque no se sabe en qué momento afecta más al bebé. Asimismo, se desconoce aún si hay una cantidad mínima de riesgo.
- Consumir drogas. Igualmente, no se deben consumir otro tipo de drogas como cocaína, marihuana, etc, porque pueden llegar al feto a través de la placenta y resultar perjudicial. En el caso de que antes del embarazo consumieras o no supieras que estabas embarazada, consúltalo con tu médico.
- Someterte a Rayos X. Aunque los carteles en los centros sanitarios informan a las mujeres de no someterse a esta prueba si están embarazadas o creen estarlo, es importante hacer hincapié en ello.
- Comer carne cruda o embutidos. En anteriores post te hemos comentado los riesgos asociados a la Toxoplasmosis. Esta infección, producida por un parásito que suele estar presente en algunas aves y mamíferos, no tiene mayor importancia fuera del embarazo (los síntomas son parecidos a un resfriado leve), pero durante la gestación puede provocar malformaciones, e incluso el aborto en los primeros meses. Para prevenirla, se debe tomar carne bien cocinada y los embutidos cocidos. Recuerda, también, que es aconsejable lavar muy bien las verduras frescas antes de comerlas, sobre todo si crecen cerca del suelo (lechuga, tomates, pepinos), y evitar el contacto con gatos, especialmente con sus heces.
- Tomar el sol indiscriminadamente y someterte a altas temperaturas. No tomes el sol más de 30 minutos al día y nunca en las horas punta pero tampoco es conveniente que te des baños de agua muy caliente o utilice saunas, porque las altas temperaturas producen excesiva vasodilatación y, como consecuencia, mareos y desmayos. Asimismo, es contraproducente para el bebé dado que puede elevar la temperatura intrauterina.
- Ejercicio sí, pero no extenuante. La práctica de deporte es beneficiosa durante el embarazo, pero antes debes consultar con tu médico. Sin embargo, se desaconsejan aquellas actividades que requieran mayor esfuerzo físico o causen un cansancio excesivo. Recuerda parar ante cualquier síntoma.
- Viajar sin consentimiento médico. Es conveniente consultar antes de ciertos desplazamientos, sobre todo a determinadas zonas donde es necesario cierto tipo de vacunación. Además, hay que recordar que ciertas compañías aéreas exigen un certificado médico a las pasajeras embarazadas de seis meses o más.