Gracias a las nuevas tecnologías y a los avances en medicina prenatal podemos saber datos concretos sobre nuestro bebé como su sexo, su peso antes de nacer o la cantidad del líquido amniótico que hay en el útero. Sin embargo, y a pesar de poseer cada vez más información diagnóstica, algunos mitos sobre el embarazo siguen estando muy presentes en la sociedad.
¿Pueden ser perjudiciales los mitos sobre el embarazo?
Los mitos sobre el embarazo abarcan todos los aspectos de la vida de la mujer en este periodo: su alimentación, su estilo de vida, sus actividades, etc. Escucharlos puede ser incluso divertido pero, si tomásemos algunos en serio y al pie de la letra, podemos poner en riesgo nuestra salud y la de nuestro bebé.
Recuerda que cada mujer es diferente y su situación médica también lo es. Por eso, antes de tomar decisiones que pueden afectar a su salud o a la de tu futuro hijo, consulta a su médico.
En todo caso, debes tener especial cuidado y no hacer caso a los mitos sobre el embarazo cuando:
- Recomienden tratamientos que deberían ser recetados por el médico.
- Aconsejen suspender tratamientos ya prescritos por el médico.
- Si producen un efecto de estrés en la madre que pueda llegar a afectar negativamente al feto.
Mitos de la alimentación en el embarazo
Algunos de los mitos sobre el embarazo más extendidos están relacionados con la alimentación. A continuación recopilamos algunos:
Mito: En el embarazo hay que comer por dos
Esto es completamente falso. Es cierto que durante el embarazo la mujer debe aumentar su ingesta de calorías pero ésta debe ser de entre 200-300 calorías al día.
Mito: No importa cuánto aumente de peso en el embarazo
Rotundamente falso. El peso que se debe ganar una embarazada, partiendo de uno normal antes de la gestación, está entre 11 y 15 kg. Un aumento mayor puede provocar problemas de salud en la madre como hipertensión y diabetes, además de generar complicaciones en el parto.
Mito: Si no cumplo mis antojos de comida, el bebé nacerá con una mancha en la piel
Este es uno de los mitos sobre el embarazo más extendidos y que, como otros muchos, carece de cualquier explicación científica. Los antojos repentinos, sean saciados o no, no causarán manchas en tu bebé. Así que no debes apurarte si no hay chocolate, helado o fresas en la nevera cuando se te antojen.
Mito: El perejil y el limón provocan abortos
Falso. Los abortos son provocados por causas de tipo fisiológico y no por la ingesta de estos alimentos.
Mito: Beber cerveza ayuda a que se produzca la subida de la leche.
Totalmente falso. La ingesta de cebada no influye a la hora de que se produzca la llegada de la leche materna. Además, la ingesta de alcohol está contraindicada en el embarazo.
Recuerda que la dieta juega un papel muy importante en tu salud y bienestar y en el de tu bebé. Por eso, si tienes dudas sobre tu dieta y los alimentos que debes tomar o no durante el embarazo, consulta a tu médico.
Otros mitos sobre el embarazo muy extendidos
Mito: La forma, tamaño y altura de la tripa pueden indicar el sexo del bebé.
De todos los mitos sobre el embarazo éste es posiblemente el más popular que ha trascendido generación tras generación. Sin embargo, ni la tripa en forma de pico indica que el bebé es varón, ni tenerla redonda implica que será niña. La prueba diagnóstica que te ayudará a saber el sexo de tu futuro hijo es la ecografía.
Mito: La acidez propia del embarazo es porque el bebé va a tener mucho pelo.
La acidez es un síntoma común en las gestantes y se debe, en gran parte, a que la progesterona (hormona sexual femenina cuyos niveles se incrementan en el embarazo) relaja el músculo del esfínter esofágico inferior y ralentiza el vaciado gástrico o a que el contenido estomacal regresa e irrita la zona pudiendo incluso inflamarla. No obstante, es un cuadro reversible, ya que los síntomas se resuelven una vez que ha nacido el bebé, no tiene nada que ver con la cantidad de pelo de éste al nacer.
Mito: La radiación del ordenador puede dañar al bebé.
Los mitos sobre el embarazo también atañen a las nuevas tecnologías y, en este caso, sin base científica comprobada. No es cierto que trabajar delante de un ordenador pueda perjudicar la salud de tu bebé.
Mito: No se puede volar durante el primer o el último trimestre del embarazo.
Según Times.com, se puede volar en cualquier momento de la gestación. Sin embargo, es cierto que muchas aerolíneas no dejan volar a embarazadas en el último trimestre. La razón es el temor a que el parto se desencadene en el vuelo con mayores riesgos para madre e hijo. Por lo tanto, más que de uno de los mitos sobre el embarazo, en este caso se trata de una medida preventiva.
Mito: Teñirse el pelo y pintarse las uñas es perjudicial para el bebé.
No es cierto. Aunque esta una creencia muy extendida, el bebé no se verá directamente afectado porque te tiñas el pelo. Aún así, es cierto que en las embarazadas se recomienda utilizar tintes naturales sin demasiadas sustancias químicas y que se recomienda utilizas lacas de uñas fabricadas en Europa.
Mito: Durante el embarazo no puedes tener relaciones sexuales.
Las mujeres embarazadas pueden tener relaciones sexuales durante toda la gestación. Siempre y cuando el médico no lo desaconseje por un motivo específico, no hay ningún problema. En todo momento el bebé está protegido y no sufre ningún daño. Tampoco es cierto que el sexo apasionado adelante el parto, a excepción de las dos últimas semanas de gestación.
Seguramente que en alguna ocasión has oído hablar de muchos de estos mitos sobre el embarazo y es posible que incluso conozcas algunos más. La lista, en este sentido, puede llegar a ser interminable. Lo aconsejable es, siempre, tomarlos como lo que son y, si en cualquier momento te provocan dudas serias, consultar directamente a tu médico.
Sigue los consejos de los profesionales
Cuando estás embarazada es normal dejarse guiar por algunas supersticiones pero si quieres saber con seguridad cómo está yendo tu embarazo es esencial hacer caso a los profesionales y realizarte todas las pruebas médicas necesarias.
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