Ecocardiograma fetal: la principal herramienta de detección de malformaciones cardiacas

El ecocardiograma fetal es una técnica de imagen por ultrasonido considerada, en la actualidad, como la mejor herramienta para la detección de malformaciones cardiacas en el feto.

 

¿Cómo funciona el ecocardiograma fetal?

En primer lugar, se coloca una pequeña sonda similar a un micrófono (llamada transductor) sobre el abdomen de la madre, la cual envía unas ondas ultrasónicas de alta frecuencia. El especialista coloca dicha sonda en los lugares apropiados y con un determinado ángulo con el propósito de que, una vez que atraviesen la piel y otros tejidos de la madre y el bebé, las ondas de ultrasonido alcancen las estructuras del corazón de este último, produciendo un efecto rebote o eco.

El transductor está diseñado para recoger las ondas reflejadas y enviarlas a un ordenador con un software especial que las transforma en imágenes precisas de las estructuras del pequeño corazón del bebé: paredes, válvulas…

El ecocardiograma fetal o ecocardiografía fetal es un instrumento de gran ayuda para detectar anomalías cardiacas en el bebé antes de que nazca, lo cual permite al equipo médico estar preparado para realizar lo antes posible el tratamiento más adecuado, siendo necesaria en algunos casos una intervención quirúrgica.

Los ecocardiogramas fetales se realizan normalmente en el segundo trimestre del embarazo, entre las semanas 18 y 24.

 

Tipos de ecocardiogramas fetales

Existen básicamente dos clases de técnicas para obtener información del corazón del bebé y detectar anomalías:

  • Ecocardiografía en 2D (bidimensional). Permite visualizar en tiempo real las estructuras y los movimientos del corazón.
  • Ecocardiografía Doppler. Se utiliza para medir la velocidad del flujo sanguíneo a través de las cámaras del corazón y las válvulas cardíacas.

 

¿Es siempre necesario la realización de un ecocardiograma fetal?

Las ecografías prenatales que se realizan de forma rutinaria a todas las embarazadas permiten visualizar si el corazón del bebé ha desarrollado las cuatro válvulas y también detectar posibles anomalías. Por lo tanto, en la mayoría de embarazos no son necesarias pruebas adicionales.

Las situaciones más habituales en las que sí se recomienda un ecocardiograma fetal son las siguientes:

  • Cuando existen antecedentes familiares (hermanos, padres, tíos, abuelos…) de defectos cardíacos congénitos.
  • Si se detectan posibles anomalías cardíacas o de otro tipo (en los riñones, cerebro o huesos) en las pruebas prenatales de rutina.
  • Cuando, mediante la realización de las pruebas prenatales habituales, se ha detectado alguna anomalía cromosómica (ya que en estos casos la probabilidad de que el bebé sufra un defecto congénito es más alta).
  • En el caso de que la madre haya tomado determinados medicamentos, como  anticonvulsivos, durante el embarazo.
  • También es recomendable realizar esta prueba si la madre ha abusado del alcohol o consumido drogas estando embarazada.
  • Algunas patologías de la madre pueden incrementar el riesgo de que el bebé sufra problemas cardíacos, entre ellas diabetes, lupus o rubéola.

 

El ecocardiograma fetal es un método de valoración y estudio ideal para diagnosticar anomalías cardiacas antes de que nazca el bebé, y además tiene la gran ventaja de que no supone ningún riesgo para la madre y su hijo, ni tampoco implica molestias ni dolor.

 


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