El dolor en la ingle en el embarazo y en general en la zona pélvica es bastante frecuente. Las causas son múltiples y variadas y pueden estar relacionadas o no con el embarazo: gastroenteritis, hernias, inflamaciones, infecciones del aparato genital, apendicitis…
En ocasiones el dolor en la ingle es una molestia inofensiva y pasajera más del embarazo, pero también puede ser síntoma de una patología seria, por lo que cuando comiences a notar este tipo de dolor debes acudir al médico para descartar cualquier problema o complicación. También puede deberse a un embarazo ectópico o amenaza de aborto.
Aunque cada mujer siente el dolor pélvico de un modo diferente, pudiendo ser muy variado en frecuencia, intensidad e incluso localización. El dolor de la ingle y la zona pélvica durante el embarazo es generalmente agudo, pudiendo afectar al pubis, la cadera y/o la zona lumbar.
Las posibles causas del dolor en la ingle en el embarazo
Hay una amplia variedad de causas y patologías que pueden provocar dolor pélvico. En ocasiones dicho dolor no deja de ser una molestia más del embarazo que no reviste importancia, pero otras veces se trata de enfermedades más serias, que pueden precisar de asistencia médica urgente y hasta de una intervención quirúrgica: apendicitis, peritonitis, etc.
De entre el amplio conjunto de causas, estas son las más frecuentes:
- Circunstancias normales del propio embarazo: presión del bebé sobre la pelvis o acción de la relaxina, una hormona producida por la placenta que aumenta la elasticidad de las articulaciones y que puede ocasionar dolor.
- Presencia de tumores ginecológicos benignos (miomas). En función de su tamaño o localización pueden llegar a producir dolor.
- Quistes o infecciones en los ovarios. En ocasiones también producen dolor pélvico más o menos agudo.
- Problemas graves del embarazo: embarazo ectópico, aborto espontáneo o amenaza de aborto.
- Causas no ginecológicas.Muchas patologías pueden provocar dolor en la ingle y la zona pélvica: gastroenteritis, hernias inguinales, cistitis (infección de orina), apendicitis, obstrucción intestinal, diverticulitis (formación de bolsas en la pared del intestino), enfermedad inflamatoria intestinal, síndrome colon irritable, pielonefritis (infección del riñón y de la pelvis), etc.
Consejos para reducir o aliviar el dolor en la pelvis
Una vez descartado por el especialista un problema serio, si se trata de una circunstancia normal del embarazo puedes aliviar el dolor de ingle siguiendo estas recomendaciones:
- Estabilizar la cadera con fajas o cinturones pélvicos.
- Mejora la estabilidad de la pelvis y la espalda practicando diariamente algunos ejercicios orientados a embarazadas.
- No cargar peso.
- Adoptar posturas adecuadas.
- Aplicar calor en la zona lumbar.
- No cruzar las piernas al sentarse y mantener la espalda lo más recta posible.
- Tratar de no pasar mucho tiempo de pie o en la misma posición.
Puede ocurrir que, pese a seguir estos consejos, tu dolor en la ingle no se alivie e incluso vaya a más. En estos casos, no dudes en comentarlo con tu equipo médico para buscar una solución alternativa, ya sea acudir a un fisioterapeuta o tomar analgésicos con receta médica y compatibles con el embarazo.