Siempre son las mismas preguntas las que rondan por la cabeza de las mujeres que no consiguen ese deseado embarazo: ¿Por qué no me quedo embarazada? ¿Estaré haciendo algo mal? ¿Qué puedo hacer para favorecer el embarazo? A veces el tiempo que pasa entre el intentar lograr ese embarazo y empezar a sentir los primeros síntomas se puede hacer eterno.
Aunque a la hora de quedarse embarazada siempre hay un factor de suerte que es decisivo, también es fundamental que conozcas tu cuerpo, esto te ayudará a conocer los síntomas del embarazo, y las distintas circunstancias que te pueden ayudar a conseguir ese deseado embarazo.
Controla tu ciclo de ovulación
Si tienes claro que quieres quedarte embarazada, hay un factor con el que deberás familiarizarte cuanto antes: tu ciclo de ovulación. Este ciclo tiene una duración media de 28 días, y la ovulación suele suceder el día 14. Sin embargo, el cuerpo de cada mujer es único y es importante que controles tu propio ciclo para crear un calendario de ovulación en el cual puedas marcar tus días fértiles.
Tu día de ovulación es el día en el que más posibilidades tienes de quedarte embarazada, tal y como explicamos en el post en el que te dábamos las claves para hacer tu calendario de días fértiles. Estas son algunas formas de adivinar cuando será este día:
- Mide tu temperatura basal, o lo que es lo mismo, la temperatura de tu cuerpo al despertar antes de salir de la cama. Si tomas tu temperatura siempre a la misma hora, notarás que durante tus días fértiles esta temperatura aumenta. ¡Aprovecha!
- Evalúa tu flujo cervical, que será más abundante, tendrá una textura resbaladiza y elástica y será casi transparente durante los días fértiles.
Cuida tu salud y quédate embarazada
Aunque tu salud en general no esté directamente relacionada con tu fertilidad, sí que es importante a la hora de quedarte embarazada. Tu bienestar físico y psicológico es importante y puede marcar la diferencia a la hora de lograr ese ansiado embarazo:
- La práctica habitual de deporte es un factor determinante para el perfecto funcionamiento de nuestro organismo y de sus funciones fisiológicas y hormonales. Incluso durante el embarazo se recomienda practicar deporte, aunque sin realizar excesos.
- Llevar una vida sana conlleva variar ciertos hábitos de conducta que puedan impedir que el óvulo sea fertilizado. El tabaco y el alcohol reducen las posibilidades de embarazo e incrementan las posibilidades de sufrir abortos o complicaciones. El alcohol está prohibido durante el embarazo y reduce en gran medida las posibilidades de concebir.
- Por último, mantener una actitud positiva y tener un estado emocional equilibrado resulta fundamental. Ser positiva y optimista forma parte activa del plan para conseguir el objetivo de quedarse embarazada.
Factores que afectan a las posibilidades de lograr un embarazo
- Edad. A partir de los 35 años empiezan las dificultades para concebir, incrementándose el riesgo de aborto. A partir de esa edad, está recomendado recurrir a pruebas de detección de anomalías genéticas, que evalúen el desarrollo del bebé, como es el caso del test prenatal no invasivo NACE.
- Peso. Tanto el exceso de peso como la excesiva delgadez son perjudiciales para la fertilidad de la mujer. La obesidad tiene una relación directa con los fallos en la ovulación y el riesgo de sufrir diabetes e hipertensión. Una excesiva delgadez puede reducir la producción de la hormona encargada de regular la ovulación.
- Alimentación. Seguir una dieta con alto contenido en antioxidantes y vitaminas (fruta y verdura), ácidos grasos omega-3 (pescado azul, marisco, nueces, aceite de oliva, almendras, legumbres), ácido fólico (cereales y fibra) harán que estés más sana. En cambio hay alimentos que influyen negativamente: café, bollería industrial y harinas refinadas son algunos ejemplos.
- La pareja. Es otro factor determinante para conseguir la fecundación. Un tercio de las causas de infertilidad en la pareja se deben a la calidad del esperma. Para conseguir una buena calidad en el esperma deberemos eliminar el tabaco y el alcohol, cuidar la alimentación y controlar el estrés.