Citología en el embarazo: ¿por qué es importante realizarla?

La citología en el embarazo es una prueba en la que se toman células del cuello uterino y se examinan al microscopio para analizar su apariencia, cómo se forman y su funcionamiento. Normalmente se utiliza para detectar infecciones virales en las células y también cambios precancerosos en el cuello de útero.

No debe confundirse la citología con la biopsia, ya que esta última se examina un trozo de tejido, mientras que en la citología únicamente se estudian células.

 

¿Por qué es importante realizarla?

Realizarse una citología durante el embarazo es importante por 2 motivos:

  • Prevenir infecciones que pueden provocar daños en el feto.
  • Detectar cambios en las células.

Además de las revisiones ginecológicas programadas durante el embarazo, existen casos concretos en los que es recomendable realizar esta prueba más a menudo (control anual) para llevar un mayor control: mujeres que llevan una vida sexual muy activa, cuando hay verrugas genitales a causa de sufrir el VPH (Virus del Papiloma Humano), tener antecedentes de alguna enfermedad de transmisión sexual o si las citologías anteriores han mostrado alguna anomalía.

 

Preparación y realización de esta prueba

La citología cervicovaginal (denominada también test de Papanicolau) es una prueba de carácter rutinario y muy sencilla, rápida (requiere unos pocos minutos) y no resulta dolorosa.

Básicamente consiste en la toma de una muestra de las células de la vagina y el cuello uterino.

Además de para diagnosticar infecciones que podrían afectar al feto  y detectar lesiones precursoras del cáncer de cuello de útero o del propio cáncer, también puede utilizarse para realizar un diagnóstico hormonal.

La técnica de realización de esta consta de los siguientes pasos:

  • En primer lugar, se introduce un espéculo en la vagina para poder separar las paredes vaginales y visualizar el cuello uterino. De esta forma  se realiza una toma de las paredes vaginales o del exudado vaginal en el fondo de saco posterior de la vagina.
  • A continuación, se realiza una segunda toma de lo que se denomina exocérvix, que es la parte externa del cuello uterino.
  • Luego se recoge otra toma del endocérvix, que es la parte correspondiente al canal del cuello uterino y es la que comunica el interior de la cavidad uterina con la vagina.
  • Finalmente se observan todas las tomas realizadas al microscopio con el fin de poder analizar las células y realizar un mejor diagnostico,identificando la presencia o no de una infección y el patógeno que la causa, para un adecuado tratamiento.

En lo que hace referencia a la preparación no es necesaria ninguna acción previa especial y se realiza como una prueba más durante una revisión ginecológica. No obstante, sí que es recomendable que cuando te hagas la prueba hayas finalizado la menstruación 3 ó 4 días antes y abstenerte de mantener relaciones sexuales con penetración en la 48 horas previas a la toma. Tampoco se debe usar tratamientos tópicos en los 5-7 días antes de la prueba.

También debes tener en cuenta las siguientes medidas higiénicas: no lavarse externamente con agua y jabón y no hacer lavados internos ni tampoco usar desodorantes vaginales.​

 


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