La mayoría de los miedos en el embarazo se relacionan con la salud de la madre y del feto, aunque también con posibles complicaciones en el parto. A continuación, vamos a explicar cuáles son los más comunes y cómo superarlos.
Estoy embarazada y tengo miedo, ¿es normal?
El miedo al embarazo es algo común, especialmente en embarazadas primerizas, mujeres que han tenido experiencias negativas en gestaciones anteriores y mujeres que se han sometido a tratamientos de fertilidad. Su aparición es más habitual en las primeras semanas del embarazo, relacionado con un mayor riesgo de aborto espontáneo, y en las últimas, debido a la inminencia del parto. Este miedo también se relaciona con la incertidumbre de no saber cómo se va a desarrollar la gestación y con posibles problemas de salud en el feto, y en él juegan un papel muy importante el instinto maternal, que empuja a la madre a proteger a su hijo antes de nacer, y el instinto de supervivencia de la mujer ante posibles complicaciones en el parto.
A pesar de ser normal, es importante que el miedo al embarazo no origine situaciones de estrés y nerviosismo acentuado peligrosas para madre y bebé. Por ello, conviene informarse para afrontar esta etapa con mayor tranquilidad y evitar riesgos innecesarios, ya que la mayoría de los embarazos se desarrollan con normalidad y con complicaciones mínimas.
Miedos comunes en el embarazo y cómo superarlos
Miedo al aborto
Muchas mujeres, además de tener miedo al embarazo, tienen miedo a que éste pueda interrumpirse por un aborto espontáneo.
Este temor, más habitual en madres primerizas y durante las primeras semanas de gestación, va disminuyendo a partir de la octava semana de la gestación cuando las posibilidades de sufrir un aborto se van reduciendo.
Miedo a que el feto no se alimente bien
Debido a las náuseas y lo vómitos del primer trimestre, muchas gestantes sienten que apenas retienen comida en el estómago y temen que su bebé no se alimente correctamente.
En realidad, durante las primeras semanas de vida el feto no necesita muchos nutrientes y los necesarios los extrae directamente de la madre o de las “reservas” de ésta. Comer cada 2-3 horas, tomar aquellos alimentos saludables que mejor te sienten, evitar las digestiones pesadas y mantener una buena hidratación son fundamentales para que tanto tú como tu bebé tengáis una nutrición adecuada en este periodo.
Miedo a que el feto tenga algún problema de salud
Este es uno de los miedos del embarazo más frecuentes.
Por suerte, hoy en día existen muchos avances como el test prenatal no invasivo NACE que nos permiten saber, a través de una muestra de sangre, si el bebé presenta algún tipo de anomalía o alteración cromosómica. Este test se realiza alrededor de la décima semana de gestación y permite a la embarazada afrontar el resto de la gestación con mayor tranquilidad.
Miedo al parto
Generalmente el miedo al embarazo se acompaña de miedo al parto, a que éste sea largo y doloroso, o a que surjan complicaciones.
En este sentido, debes hacer caso a tus matronas y médicos, consultarles tus dudas y pedirles consejo sobre aquello que más te preocupa. Técnicas de relajación y clases preparto pueden ser muy útiles para afrontar el momento.
Miedo a no ser buena madre
Pensar en el futuro y en el cuidado y la educación de los hijos es muy normal durante la gestación. La incertidumbre sobre si sabrán dar de comer al bebé, calmarlo, bañarlo o dormirlo preocupa a muchas embarazadas.
El mejor consejo para superar este miedo es mirar a tu alrededor: comprobarás que, al final, todas las madres salen adelante con la crianza de su bebé. Sigue tu instinto maternal, consulta con tus médicos y matronas, y no tengas miedo a compartir lo que sientes con tu familia y con tu entorno más cercano.
¿Cuándo debo pedir ayuda especializada?
Para superar el miedo al embarazo es importante contar con el apoyo de tus seres queridos, informarse correctamente y dejarse asesorar por profesionales. Sin embargo, aunque muchas mujeres experimentan abiertamente sus miedos, otras los guardan para sí porque hablar de ello les produce angustia. En algunos de estos casos será necesario acudir a un profesional para ayudar gestionar esos sentimientos, especialmente si:
- El miedo genera situaciones de estrés, nerviosismo e incertidumbre continuas.
- El miedo impide a la embarazada descansar o le provoca pesadillas frecuentes.
- La embarazada no sale a la calle para evitar riesgos.
- La embarazada evita los controles médicos por temor a la información que reciba en ellos.
- Se observa en la gestante conductas nocivas y perjudiciales para ella o para el feto para evadir su miedo al embarazo (por ejemplo consumo de drogas o alcohol).
Evita los miedos con el test prenatal no invasivo NACE
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