La infección de orina en el embarazo es una condición que con frecuencia se produce en las futuras mamás durante el periodo de gestación. Esta infección se origina por la presencia de bacterias en el aparato urinario y puede ocasionar molestias e incluso dolor. Para saber cómo tratarla durante la gestación sin dañar al bebé, primero deberás determinar de qué tipo de infección se trata.
Este trastorno en el sistema urinario normalmente se debe a los cambios físicos y funcionales que se producen en el periodo de gestación, en el cual el cuerpo de la futura mamá empieza a cambiar para albergar en el útero a su bebé. En concreto, los cambios que pueden terminar causando esta molestia son el aumento del volumen de la vejiga, la disminución del tono muscular vesical y de la uretra, el aumento el pH de la orina o la aparición de reflujo de orina desde la vejiga hacia los uréteres. En este periodo queda más orina residual en la vejiga y el riñón trabaja a un ritmo más rápido.
¿Qué causa la infección de orina en el embarazo?
Este trastorno en el sistema urinario normalmente se debe a los cambios físicos y funcionales que se producen en el periodo de gestación, en el cual el cuerpo de la futura mamá empieza a cambiar para albergar en el útero a su bebé.
En concreto, los cambios que te pueden llegar a provocar una infección de orina durante los meses de gestación son:
- El aumento del volumen de la vejiga.
- La disminución del tono muscular vesical y de la uretra.
- El aumento el pH de la orina o la aparición de reflujo de orina desde la vejiga hacia los uréteres.
- En este periodo queda más orina residual en la vejiga y el riñón trabaja a un ritmo más rápido.
Se calcula que el 80% de los casos están provocados por la Escherichia Coli, una bacteria que se aloja de forma habitual en el intestino. Aunque existen otras bacterias, hongos, parásitos y virus que también pueden producirla.
Debes tener en cuenta que si sufres una infección de orina en el embarazo, esta dolencia puede tener una repercusión negativa tanto en tu salud como en la salud del bebé. Para evitar pasar por ello y llevar un seguimiento de este proceso, una vez al trimestre durante el periodo gestacional se hacen controles para conocer si la futura mamá puede sufrir una infección de orina.
Algunos factores que favorecen la aparición de esta infección son:
- La edad de la mujer embarazada: está comprobado que la incidencia aumenta notablemente en las mujeres más mayores
- Primerizas: es decir, en aquellas mujeres que van a dar a luz por primera vez
- Mujeres que se quedan embarazadas de forma sucesiva en periodos de tiempo cortos
- Mujeres que ya hayan sufrido con anterioridad una infección de este tipo
¿Cómo evitar la infección de orina en el embarazo?
La prevención puede jugar a tu favor en lo referente a la infección de orina. Si adoptas algunas de estas medidas, podrás evitar esta molestia. Para evitar la aparición de este tipo de infección debes seguir estas sencillas pautas:
- Beber aproximadamente dos litros de agua al día
- No retrasar las visitas al baño y orinar cada vez que se tengan ganas
- Extremar la medidas de higiene y limpiarse siempre de delante hacia atrás
- Tomar alimentos ricos en vitamina C
- Tomar arándanos que te ayudarán a mantener libres de infecciones las vías urinarias
- Utilizar ropa interior de algodón
- Evitar las comidas picantes
¿Qué tipos de infección de orina existen y cuáles son sus síntomas?
No todas las infecciones de orina son iguales. Existen dos variaciones, con síntomas diferentes, y que requerirán un tratamiento particular. Si sientes molestias pero todavía no sabes de qué se puede tratar, échale un vistazo a los siguientes síntomas.
Cistitis
La cistitis en el embarazo se produce cuando la infección se produce en la vejiga, lo que resulta en la inflamación de este órgano. La infección empieza por la orina de la vejiga, para después producir una respuesta inflamatoria en la mucosa vesical. Los síntomas que produce esta afección son los siguientes:
- Ardor al orinar
- Micción dolorosa
- Ganas frecuentes de orinar, incluso cuando la vejiga está vacía
- Dolor en la parte baja del abdomen
- Orina turbia y con un mal y fuerte olor
- Aparición de sangre en la orina
Pielonefritis
La pielonefritis, también conocida como infección urinaria alta, afecta a los riñones. Esta enfermedad es más común entre las mujeres. Además, se ha demostrado que hasta un 2% de las embarazadas sufren esta dolencia, que causa la inflamación de los riñones cuando los microorganismos ascienden desde la vejiga. Los síntomas que ocasiona son los siguientes:
- Escalofríos y fiebre
- Dolor de espalda y corporal
- Vómitos y mareos
- Mal estado general, fatiga y debilidad
¿Puede el bebé verse afectado por una infección de orina de la madre?
Lo cierto es que la infección de orina durante el embarazo debe ser diagnosticada y tratada cuanto antes, ya que puede acarrear consecuencias tanto para la madre como para su hijo, que pueden llegar a ser graves.
El tipo de infección más peligrosa es la pielonefritis, puesto que existe la posibilidad de que la infección se propague a la corriente sanguínea, pudiendo afectar negativamente a la salud de la madre y de su bebé.
¿Cómo tratar la infección de orina en el embarazo?
Si estás embarazada y notas los síntomas descritos anteriormente, deberás acudir rápidamente a tu médico para que te pueda realizar un análisis de orina y las pruebas que sean necesarias.
Si a través de estas pruebas se ha detectado que sufres una infección de orina, el tratamiento consistirá en el uso de antibióticos, con los que se podrá atacar a las bacterias que producen la afección. En algunos casos, las mamás pueden sufrir infecciones de orina recurrentes. En estos casos, el médico deberá decidir si se aplica un tratamiento continuado para combatirla. Es fundamental que evites auto medicarte y que también tomes la medicación que el médico te recomiende. Si no lo haces, puede que los daños causados por la infección acaben siendo más peligrosos que el efecto de los propios antibióticos.
¿Afectará el tratamiento a la salud del bebé?
A la hora de recomendar una medicación, el médico siempre tiene en cuenta si los beneficios del tratamiento compensan los posibles daños que éste pueda causar al bebé. La medicación puede ser peligrosa en el primer trimestre, pero tanto para tratar la infección de orina en el embarazo como para combatir cualquier enfermedad deberás seguir siempre las indicaciones del especialista.
A lo largo del embarazo, te realizarás varias pruebas que te confirmen si la infección de orina ha desaparecido y, sobre todo, si el bebé crece sano.
Para saber si tu bebé está sano recuerda que el Test Prenatal No Invasivo NACE, una prueba que permite detectar anomalías genéticas con una simple muestra de sangre. Esta prueba puede realizarse desde el primer trimestre, y con ella conseguirás resultados en tres días laborables desde la recepción de la muestra. Solicita más información sin compromiso sobre el test que se está convirtiendo en la mejor alternativa a la amniocentesis.