En junio de 2015, hace apenas unos meses, el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad publicaba una actualización en sus recomendaciones sobre la vacuna de la tos ferina en embarazadas. En este documento, desde el organismo público se recomendaba la puesta en marcha de la vacunación contra la tos ferina entre embarazadas como medida para reducir las muertes a causa de esta enfermedad entre los menores de tres meses de edad. En este mismo documento, se especificaba que sería cada Comunidad Autónoma la responsable de evaluar la introducción de esta estrategia, teniendo en cuenta su situación epidemiológica y la disponibilidad de vacunas.
Ante una actualización normativa, ¿por qué hay ahora tanta polémica por la vacuna de la tos ferina? Lamentablemente, no ha sido hasta la noticia de la muerte de varios bebés que la preocupación por la tos ferina ha saltado al interés público, creando una polémica que ha incentivado el miedo entre muchas futuras mamás.
¿Cómo puedes proteger a tu bebé frente a la tos ferina? Es una pregunta que se han hecho a lo largo del último mes muchas mujeres embarazadas. La solución: no te dejes llevar por el ruido mediático y sigue leyendo para informarte y saber cómo actuar.
¿Cuándo aplicar la vacuna de la tos ferina?
Aunque esta enfermedad tiene un patrón epidémico cíclico, desde 2010 se observa un aumento de las hospitalizaciones y muertes por tos ferina. Este aumento es especialmente pronunciado entre los bebés menores de tres meses. En los últimos años, se ha pasado de una media de una muerte al año a 4,8 muertes anuales.
Vacunación durante el embarazo
De acuerdo con el Programa de vacunación frente a tos ferina en el embarazo 2015, esta vacuna está recomendada durante el embarazo, y debe suministrarse a la futura mamá entre las semanas 27-28 y 32-36 del embarazo, independientemente del estado previo de vacunación, y en cada una de las gestaciones. Es decir: la vacuna de la tos ferina en el embarazo se suministraría entre el segundo y tercer trimestre de gestación. Para ser más preciso, la máxima efectividad se da entre las semanas 28 y 32 del embarazo.
Después de la vacunación, el médico especialista debe realizar una monitorización de su impacto a partir de la vigilancia de las coberturas de vacunación y de la epidemiología de la enfermedad.
Vacunación en niños
Una vez nazca el bebé, es importante seguir teniendo muy presente los riesgos de esta enfermedad, descrita como “grave y mortal”. La administración de la vacuna de la tos ferina en niños es muy importante, y debe hacerse a tiempo: el mismo día en el que el niño cumple 2, 4 y 6 meses de edad.
¿Es efectiva la vacuna tos ferina en el embarazo?
Antes de lanzar esta recomendación, las autoridades sanitarias se encargaron de revisar y evaluar la evidencia existente sobre efectividad y seguridad de la vacunación de la tos ferina. Gracias a esta investigación, se comprobó que la transmisión de anticuerpos de la madre al recién nacido es considerada eficiente, por lo que la vacuna de la tos ferina es efectiva entre las embarazadas.
Esto quedó demostrado porque los niveles de anticuerpos, tanto en la mamá como en el bebé recién nacido, son mayores entre las mujeres que se vacunaron. Gracias a esto, se garantiza una protección frente a la tos ferina en el bebé durante su primer mes de vida, cuando ya quedará menos para una próxima vacuna.
Y es que, aunque la mujer no se haya vacunado contra esta enfermedad, las siguientes dosis que se suministren al bebé serán igual de efectiva. La gran diferencia radica en la protección del niño durante esos primeros meses de vida, en los que es más vulnerable.
¿Es segura la vacuna tos ferina entre embarazadas?
Sin embargo, a muchas madres no es la efectividad lo que les preocupa, si no la seguridad de esta vacuna en su embarazo. ¿Merece la pena correr el riesgo? Los estudios aportan evidencias de que no hay motivo para tener miedo, y que lo más recomendable vacunarse cuando el médico lo recomiende:
- En España, las reacciones adversas a la tosferina más frecuentes, con una frecuencia comprendida entre un 21% y un 81 %, fueron las reacciones locales en el lugar de la inyección (dolor, enrojecimiento e hinchazón).
- Según investigadores del Baylor College of Medicine, existen otros efectos secundarios de la vacuna tos ferina, conocidos como reacciones sistémicas: cefalea, mialgia, malestar general… Este tipo de efectos fueron padecidos por cerca de un 36 % de las mujeres que recibieron la vacuna en el embarazo. Sin embargo, fueron un 73 % de las embarazadas tras el parto las que también sufrieron estos efectos, en una prueba que se realizó para comprobar si el hecho de estar embarazada hacía que los efectos secundarios fueran más graves.
- Un último estudio del California Vaccine Safety Datalik Sites mostró que la vacunación frente a tos ferina no se asocia a un incremento de riesgo de padecer alteraciones hipertensivas.
En definitiva: los expertos coinciden en que los riesgos de la vacuna tos ferina son menores en comparación a sus beneficios, por lo que esta es una de las vacunas recomendadas en el embarazo.
Vacunas contra la tos ferina: ¿se ha hecho todo lo posible?
En 2013 se aprobó una “Revisión del programa de vacunación frente a tos ferina en España”, en la cual se dejaba abierta la posibilidad de utilización de la estrategia de vacunación a embarazadas, según el criterio de la autoridad sanitaria. Sin embargo, el nuevo documento publicado en junio insistía en la conveniencia de esta vacuna. ¿Se ha hecho todo lo posible para evitar la tos ferina en niños?
De acuerdo con el diario El País, tan sólo siete regiones estaban aplicando medidas contra la tos ferina cuando se publicó esta normativa: Asturias, Canarias, Cataluña, Comunidad Valenciana, Navarra, País Vasco y Extremadura. Tras las recientes muertes de bebés por esta enfermedad, el resto de comunidades autónomas ya han empezado a vacunar contra la tos ferina, mientras que algunas empezarán a hacerlo a partir de 2016. Castilla y León y Galicia fueron las últimas en sumarse a la puesta en marcha de esta estrategia. Por parte del ministerio, se han comprado 60.000 dosis extra.
Un problema que también se intenta abordar es la escasez de vacunas contra la tos ferina, por lo que se ha optado por dejar de vacunar a los niños a los seis años para poder inmunizar a las embarazadas y que éstas transmitan los anticuerpos al bebé.
¿Qué es la tos ferina?
Sabes cómo actuar frente a esta enfermedad pero, ¿tienes claro en qué consiste? La tos ferina es una enfermedad infecciosa y contagiosa producida por la bacteria Bordetella pertussis, que afecta al sistema respiratorio del organismo y en especial a las vías respiratorias altas. Los principales síntomas de la tos ferina son una tos muy violenta y difícilmente controlable que puede dificultar la respiración del enfermo. Otro de los síntomas que se suele dar es un sonido profundo que se da cuando el paciente respira.
Es un tipo de enfermedad grave que afecta sobre todo a niños menores de cinco años y que les puede causar cierta discapacidad así como la muerte. Además, afecta también con gravedad a ancianos. Es decir: esta enfermedad suele afectar a las personas más sensibles en cuanto a salud se refiere.
La tos ferina es altamente contagiosa entre personas y se contagia por el aire cuando una persona que posee la infección estornuda o tose, ya que las pequeñas gotas que contienen la bacteria se propagan por el aire. Podemos encontrar distintas fases de la tos ferina, que tienen como duración total unas seis semanas, si la tos ferina se complica puede durar hasta 10 semanas.
Fases de la tosferina
- Incubación: esta fase puede durar de una a dos semanas hasta que la enfermedad hace acto de presencia. En estas dos semanas el bebé o paciente no notará ningún síntoma en especial.
- Fase de inicio: en esta fase, se notará como si se estuviese incubando un resfriado o catarro común, en la que notaremos una tos leve e irritante.
- Fase de estado convulsivo: se da cuando la tos empieza a ser convulsiva y muy insistente, en esta fase pueden aparecer complicaciones respiratorias y hemorragias debidas a la fuerte tos.
- Fase final: la fuerte tos convulsiva y repetitiva empezará a remitir hasta que desparezca finalmente. Se debe llevar cuidado si durante los meses posteriores a esta enfermedad, el bebé contrae otro constipado ya que pueden aparecer de nuevo la tos convulsiva.
Síntomas de la tosferina
Los síntomas que podemos encontrar en esta patología son los siguientes:
- Fuerte tos seca
- Color azulado en la piel
- Diarrea
- Décimas de fiebre
- Secreción nasal
- Rinorrea
- Vómitos
- Pérdida del conocimiento
- Asfixia
Además de estos síntomas se pueden dar numerosas complicaciones en esta enfermedad como pueden ser:
- Neumonía
- Infecciones en el oído
- Daño cerebral causado por la asfixia, es decir por la falta de oxígeno en el cerebro.
- Hemorragia cerebral
- Apneas que se producen en el momento de sueño
- Discapacidad intelectual debido a la falta de oxígeno
- Muerte
La tos ferina es una enfermedad considerada grave y mortal, lo que exige un alto grado de profesionalidad por parte de las autoridades sanitarias a la hora de tratarla. Pero también hay algo que las embarazadas pueden hacer: estar informadas para evitar situaciones en las que cunda el pánico. Esperamos que con este post lo hayas logrado.