¿Sabes qué es la preeclampsia?

Se trata de una condición que ocurre únicamente en los embarazos. Se detecta por la presencia de una presión arterial elevada, así como por la detección  de proteínas en la orina. Usualmente este trastorno ocurre desde la vigésima semana de gestación. Algunos síntomas importantes que indican su presencia incluyen el dolor de cabeza o abdominal, dificultad respiratoria, sensación de ardor detrás del esternón, náuseas, vómito, confusión mental, sensación creciente de ansiedad y cambios en la visión tales como sensibilidad excesiva a la luz, visión borrosa, sensación de destellos intermitentes o auras.
En determinados casos, los síntomas pueden pasar desapercibidos para la mujer, y esto conlleva un riesgo para la embarazada.

Según, la Fundación de Preeclampsia Americana, “la preeclampsia y otros trastornos hipertensivos relacionados con el embarazo pueden ocurrir en un 5% y un 8% de todos los embarazos”. La mayoría de las mujeres afectadas dará a luz a bebés sanos y se recuperarán plenamente. Sin embargo, un porcentaje de estas mujeres se enfrentará a graves complicaciones. De hecho, esta patología es responsable de unas 50.000 muertes al año en todo el mundo.

Su origen sigue siendo una incógnita, aunque se conocen algunos factores de riesgo, tal y como destaca la revista científica British Medical Journal: primer embarazo, tener menos de 16 años o más de 30 años, obesidad, hipertensión arterial, diabetes y enfermedades renales. Algunos estudios relacionan su aparición con una edad avanzada del padre del niño, debido a las anomalías genéticas del esperma.

Los controles del embarazo son muy importantes, pero también lo es conocer los síntomas y reconocerlos si son graves. Este problema puede presentarse de forma rápida, a pesar de que el embarazo hubiese estado perfectamente controlado y todo en orden anteriormente.

Algunas mujeres con preeclampsia grave presentarán un trastorno denominado Destrucción de glóbulos rojos o hemólisis, Transaminasas elevadas y Bajo recuento de plaquetas (síndrome HELLP por sus siglas en inglés). Esta complicación puede generar en ti y en el bebé, más riesgo de presentar los mismos tipos de problemas que tendrías en el caso de una preeclampsia severa. Si tienes ya la patología te harán un análisis de sangre periódicamente para verificar que no haya ningún signo del síndrome de HELLP.

En raras ocasiones, la preeclampsia puede desencadenar convulsiones, cuando aparece esta complicación se llama “eclampsia”.

La preeclampsia puede aparecer de repente, por lo que es muy importante saber reconocer los síntomas. Llama a tu ginecólogo inmediatamente si notas hinchazón en la cara o alrededor de los ojos, o si las manos, los pies o los tobillos se te hinchan excesivamente, o ante los síntomas que enumeramos al principio.


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