Seguramente habrás oído hablar de la prueba del Estreptococo y, en el caso de que estés embarazada, te la realizarán entre la semana 35 y 37 (probablemente en la 36) con el fin de saber si eres o no portadora de la bacteria Estreptococo Agalactiae (EGB).
Por lo general, esta bacteria es inofensiva en personas sanas y no provoca síntomas, pero si se transmite al recién nacido puede provocarle infecciones importantes.
¿Qué es la bacteria EGB y qué probabilidad tengo de ser portadora?
El EGB forma parte de la flora intestinal del tracto gastrointestinal, desde donde puede llegar a colonizar la vagina y, en algunas ocasiones, el tracto urinario.
Se calcula que entre un 5 y un 35% de las mujeres, estén embarazadas o no, presentan la bacteria en su flora vaginal.
¿Por qué es importante detectar a las embarazadas portadoras?
Porque hay riesgo de infección por parte del bebé en el momento del parto, ya que el neonato, en un parto natural, pasará a través de la vagina durante su trayecto desde el útero hasta el exterior.
También puede entrar en contacto con la zona del periné, en el caso de que la bacteria se encuentre en el ano de la mujer.
Factores que aumentan el riesgo de infección del bebé
Si la madre es portadora, siempre existe un cierto riesgo de que el bebé se infecte, pero la probabilidad aumenta en los siguientes casos:
- En bebés prematuros (es decir, de menos de 37 semanas).
- Rotura prolongada de las membranas (más de 18 horas).
- Existencia de fiebre intraparto de más de 38 ºC.
- Haber tenido un hijo anterior con infección por la bacteria EGB.
¿Cómo se realiza la prueba?
Si te tienes que hacer la prueba puedes estar tranquila porque no es nada complicada y apenas genera molestias: se trata de introducir una torunda (bastoncillo de algodón) en el tercio externo de la vagina y, posteriormente, rozarla por la zona externa del ano. Además es rapidísima, no dura más de 5 segundos.
Aunque lo normal es que la recogida de la muestra te la haga un miembro del equipo sanitario que controla tu embarazo, en ocasiones puede que te pidan que lo hagas tú misma. Esto puede darte una idea de lo sumamente sencilla que es.
¿Qué ocurre si eres portadora de la bacteria?
Puedes estar tranquila porque lo importante es conocer esta situación y, de esta forma, poner en marcha un protocolo de prevención de la infección del bebé.
La prevención es, además, sencilla y eficaz: consiste básicamente en la administración a la madre de antibióticos contra la bacteria. La dosis de tratamiento antibiótico se realiza por vía intravenosa cada 4 ó 6 horas, desde que la mujer comienza a tener contracciones regulares hasta el nacimiento del bebé.
La administración de antibióticos no solo se realiza al comienzo del parto, sino también si se produce rotura de la bolsa amniótica.
En principio, la profilaxis antibiótica solo se realiza si la prueba del estreptococo, también conocida como prueba del exudado, ha salido positiva. Pero existen dos situaciones especiales que hacen que también se ponga en marcha el procedimiento: si durante algún cultivo de orina la mujer embarazada ha sido diagnosticada de una infección provocada por esta bacteria o si la madre previamente dio a luz a un bebé con la enfermedad del estreptococo del grupo B.