Pérdida de líquido amniótico: aprende a detectarlo

El líquido amniótico es un líquido claro y ligeramente amarillento que rodea el bebé dentro del útero durante el embarazo y que está contenido en el saco amniótico. Es un elemento muy importante para la supervivencia del bebé, puesto que lo protege, lo mantiene a la temperatura adecuada y contribuye a su desarrollo. Por eso es fundamental que se mantenga en el nivel adecuado en todo el embarazo.

 

¿Qué ocurre si se pierde líquido amniótico?

La rotura del saco amniótico o bolsa amniótica solamente es normal en las horas previas al parto, por lo que si se adelanta puede suponer un peligro para la madre y el bebé, especialmente si se produce semanas antes, cuando todavía no es adecuado que termine el embarazo.

Lo más frecuente es que la rotura de la bolsa, normalmente de forma espontánea, sea grande y, en consecuencia, salga al exterior una gran cantidad de líquido de forma rápida. Cuando esto ocurre, es lo que se conoce popularmente como “romper aguas” y, en estos casos, no surgen dudas porque la cantidad de líquido es mucho más cuantiosa que la del flujo vaginal o la orina.

 

Fisuras en la bolsa amniótica

También puede suceder que se produzcan pequeñas roturas (fisuras) en la bolsa amniótica y que la cantidad de líquido que salga al exterior sea escasa y lo haga de forma intermitente. Si esto pasa puede confundirse con pérdidas de orina o de flujo vaginal.

Estos cinco factores te pueden resultar de gran ayuda para identificar pequeñas pérdidas de líquido amniótico:

 

  1. Puedes notar que tu ropa interior se moja con un líquido acuoso que fluye de forma lenta pero constante.
  2. El líquido amniótico se distingue del vaginal en que, aparte de ser más acuoso, es transparente, mientras que el flujo es más espeso y blanquecino.
  3. Para comprobarlo, puedes ponerte un par de compresas de algodón y si tras dar un paseo y toser repetidas veces la primera compresa cala a la segunda, es probable que sea líquido amniótico.
  4. Lo puedes diferenciar de las pérdidas de orina porque no presenta ese olor característico.
  5. También puedes vaciar completamente la vejiga para comprobar si se trata o no de pérdidas de orina.

 

Causas por las que se puede romper la bolsa amniótica

  • Infección intraamniótica, que suele debilitar las membranas y facilitar que se rompan.
  • El inicio de contracciones antes de tiempo (amenaza de parto pretérmino).
  • Sobredistensión del útero.
  • Como consecuencia de una amniocentesis.

Ante cualquier duda o sospecha de una posible pérdida de líquido amniótico, es importante que acudas al médico de inmediato. Normalmente con el test de nitrazina comprobarán si es positivo, esto significaría que la bolsa está rota y a través de una ecografía, observarán la cantidad de líquido amniótico y evaluarán tu caso. Si se confirma la rotura del saco amniótico es probable que sea necesario el ingreso hospitalario y la toma de algunas medidas, como monitorización o prescripción de antibióticos, para garantizar el bienestar del bebé.

 


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