Las vitaminas esenciales en el embarazo

Las vitaminas en el embarazo son básicas para el desarrollo del bebé y para la salud de la madre.  Aunque sigamos una dieta sana y equilibrada a veces es necesaria la ingesta de algún suplemento vitamínico en el embarazo con el fin de cubrir todas las vitaminas sin riesgos ni carencias.

 

¿Qué vitaminas puedo tomar para quedar embarazada?

Las vitaminas juegan un papel fundamental antes y durante el embarazo. Algunas, como veremos a continuación, también mejoran la fertilidad y aumentan las probabilidades de concepción.

 

Vitamina A

La vitamina A participa en la formación de esteroides (base de las hormonas sexuales) y es un potente antioxidante que protege a las células del aparato reproductor masculino. Puedes encontrarla en alimentos como mantequilla, leche entera, huevos e hígado.

 

Vitamina B

Las vitaminas del grupo B son esenciales para una buena salud reproductiva. Algunas, como la B6, regulan el equilibrio de estrógenos y progesterona en la mujer. Otras, como la B12, aumentan la producción de espermatozoides. A este grupo también pertenece el ácido fólico que, como veremos más adelante, es una de las vitaminas del embarazo más importantes.

 

Vitamina D

La vitamina D ayuda a mejorar las condiciones del endometrio de cara a la implantación del embrión. Los pescados azules son muy ricos en esta vitamina.

 

Vitamina E

La vitamina E participa en la regulación del sistema hormonal y su déficit puede generar alteraciones en el ciclo menstrual de la mujer y disminuir la calidad de los espermatozoides. Algunos de los alimentos ricos en vitamina E son aceite de girasol, arroz, yema de huevo y frutos secos (almendras, avellanas o nueces).

Otra de las vitaminas para antes del embarazo recomendada es el Selenio, que previene las anomalías cromosómicas en el feto.

 

¿Cuáles son las vitaminas del embarazo más importantes?

 

Ácido fólico

Conocida también como vitamina B9, el consumo de este nutriente se recomienda a todas las mujeres que buscan un embarazo. Una vez conseguida la gestación, esta vitamina del embarazo previene problemas en el tubo neural, es decir, en la columna vertebral y en el cerebro del bebé. También es clave para la formación de glóbulos rojos y el desarrollo del bebé.

La cantidad de ácido fólico en el embarazo debe aumentar hasta al menos 400 microgramos diarios. Si el especialista considera que el consumo debe ser mayor prescribirá la toma de pastillas de ácido fólico para embarazadas.

Algunos alimentos ricos en ácido fólico son vegetales de hoja verde, espárragos, brócoli, coles de Bruselas, lentejas y frijoles, naranjas, cereales y pan.

 

Hierro

El hierro es otra de las vitaminas del embarazo que hay que controlar de forma especial. En las embarazadas, la cantidad recomendable a consumir diariamente es de 27 miligramos aunque algunas mujeres con anemia u otros problemas de salud necesitan una dosis mayor.

Muchos alimentos de una dieta normal permiten tomar hierro en el embarazo (lentejas, almejas, mejillones, berberechos, chirlas, hígado o pistachos) pero el cuerpo de la mujer debe producir mucha más sangre de la habitual para su bebé en este periodo. Por tanto, es bastante habitual que los médicos aconsejen suplementos prenatales para cubrir esta necesidad “extra” de hierro.

 

Calcio

El calcio es imprescindible para que el bebé desarrolle huesos y dientes sanos, un corazón, unos nervios y unos músculos fuertes y para que tenga un ritmo cardiaco y una capacidad de coagulación normales.

Se recomienda a las mujeres embarazadas ingerir 1.000 mg de calcio al día.  Si no pueden conseguirlo a través de la dieta se aumentará su ingesta mediante un suplemento de calcio en el embarazo.

El calcio está presente en leche y productos lácteos y en alimentos como repollo,  soja,  acelgas, avellanas,  almendras, nueces y cacahuetes.

Vitamina C

La vitamina C en el embarazo es básica para el desarrollo óseo y de los tejidos del bebé. Además, evita la anemia, una de las enfermedades frecuentes de las gestantes.

La dosis de vitamina C en el embarazo no es excesivamente alta (85 mg diarios, aproximadamente un vaso de zumo de naranja o un kiwi). Sin embargo, esta vitamina es de difícil absorción especialmente para mujeres que han tomado anticonceptivos orales durante largos períodos de tiempo, consumidoras de salicilatos, fumadoras o  consumidoras de alcohol o drogas.

Al igual que ocurre con otras vitaminas del embarazo como hierro o ácido fólico, en estos casos el médico recomendará aumentar el consumo de frutas y verduras y tomar algún complejo vitamínico para embarazadas rico en vitamina C.

 

Vitamina D

El consumo de vitamina D mejora la fertilidad, ayuda al crecimiento y reparación de los huesos del bebé y favorece la absorción del fósforo y el calcio de la madre. La ingesta de esta vitamina en el embarazo debe duplicarse (aproximadamente 10mg/día) puesto que ayuda a prevenir enfermedades en la madre como:

  • Preeclampsia
  • Diabetes gestacional
  • Vaginosis bacteriana

 

Vitamina B6

Al igual que todas las componentes del complejo B, esta vitamina no se almacena en el cuerpo y su exceso se elimina cada ocho horas por la orina. Sin embargo, desarrolla una función vital en el organismo, ya que es la responsable de la síntesis de proteínas, grasas, hidratos de carbono y en la formación de glóbulos rojos, células sanguíneas, anticuerpos, neurotransmisores y hormonas. También es fundamental para la síntesis del ADN y ARN, que son los mensajeros del código genético y, en el caso del bebé, interviene en su desarrollo cerebral y del sistema nervioso.

La dosis de vitamina B6 mínima recomendada en el embarazo es de 1,9 mg. diarios y de 2,0 mg. durante la lactancia.

Algunos alimentos ricos en vitamina B6 son carne de vaca, pollo, pescado, hígado, levadura, huevos, vísceras animales, nueces, avellanas, harina integral, arroz integral, garbanzos, lentejas o espinacas

 

Puesto que el control de las vitaminas en el embarazo es importante para la madre y para el bebé, será el médico quien valorará si la embarazada requiere suplementos nutricionales de alguna vitamina en concreto, especialmente en casos de futuras mamás con problemas de salud, previsión de complicaciones en el embarazo, mujeres con restricciones dietéticas (mujeres vegetarianas, intolerantes o alérgicas a la lactosa y otros alimentos, etc.) o embarazos múltiples.

 

Garantiza que tu bebé está creciendo sano

Además de las vitaminas para asegurar un crecimiento saludable de tu bebé, hay algunas pruebas que se deben llevar a cabo para asegurar el crecimiento del bebé sin anomalías. El test prenatal NACE es una prueba no invasiva en sangre materna alternativa a la amniocentesis, que te servirá  para detectar el Síndrome de Down de forma segura, además de otras anomalías como el síndrome de Patau o el síndrome de Edwards. Infórmate y garantiza la estabilidad que tu embarazo requiere.


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