Por lo general, los pediatras y expertos en nutrición consideran que la lactancia materna exclusiva es el tipo de alimentación ideal para el bebé, ya que contiene el equilibrio justo de nutrientes que necesita el pequeño o pequeña y, algo muy importante, mejora, refuerza y estimula su sistema inmunitario.
La American Academy of Pedriatics recomienda lactancia exclusiva durante los primeros seis meses de vida del bebé y mantenerla en combinación con alimentos sólidos al menos hasta que cumpla un año, pudiéndose alargar más tiempo este tipo de alimentación si la madre lo desea y el bebé se muestra receptivo.
Existe también la denominada lactancia mixta, que se da cuando el bebé se alimenta a la vez del pecho materno y del biberón con leche artificial. Se considera un sistema de alimentación intermedio entre la lactancia materna exclusiva, con todos los beneficios nutricionales que aporta, y la lactancia artificial.
Motivos y ventajas por la que se recurre a la lactancia mixta
- Los padres pueden turnarse para dar de comer al recién nacido.
- A algunos padres y madres les aporta una dosis extra de tranquilidad, ya que así se aseguran de que el bebé toma la cantidad adecuada.
- Puede ayudar en algunos problemas médicos del bebé: déficit de crecimiento, niños que precisan una hidratación muy controlada, bebés con tendencia al reflujo (este puede mejorar al tomar leches artificiales diseñadas específicamente para evitarlo).
- En algunas ocasiones es necesaria para controlar los niveles bajos de azúcar en la sangre, en bebés prematuros, bebés de madres diabéticas o más pequeños o más grandes de lo normal para su edad gestacional, lo que se llama (PEG o GEG).
Principales desventajas
- Algunos bebés se decantan más por un alimento que por el otro. Esta es una situación bastante común, que un bebé alimentado con lactancia materna rechace el biberón. O por el contrario, al bebé le parece más fácil y cómodo tomar del biberón, por lo que a la hora de cogerse al pecho nos arriesgamos a que no se esfuerce lo suficiente para realizar una buena succión.
- En lo que se refiere a la preparación, el biberón requiere un proceso de esterilización y calentamiento, algo que no es necesario realizar cuando se da el pecho.
- En la lactancia mixta la cantidad de leche materna no se ajusta al desarrollo y necesidades del bebé. A medida que éste demanda más alimento, lo más habitual es aumentar la cantidad de leche artificial, antes que esperar a que se incremente la producción de leche materna. Por lo tanto, según pasen los meses la cantidad de leche materna que el bebé toma será menor en proporción con la leche artificial.
- Como hemos apuntado, al dar menos pecho el cuerpo genera menos cantidad de leche y los expertos consideran que, por lo general, la alimentación más adecuada para el bebé y que más le inmuniza es la leche materna exclusivamente.
La relactación: el regreso a la alimentación exclusiva con leche materna
En ocasiones se opta por la lactancia mixta sin ser realmente necesario por diversos motivos: puede que los padres consideren, erróneamente, que el bebé se está quedando con hambre, o bien exista falta de confianza de la propia madre en que sea realmente capaz de alimentar a su bebé de forma completa, aportándole todos los nutrientes que necesita para su desarrollo.
También lo más habitual es que el bebé pierda peso durante los primeros días (por un problema médico u otros motivos) y, por ello, el pediatra recomiende introducir la lactancia mixta de forma temporal.
Es conveniente que sepas que en estos casos casi siempre es posible volver a alimentar al bebé exclusivamente con leche materna, puesto que lo normal es que la madre vuelva a producir toda la leche que necesita el bebé sin necesidad de darle también leche artificial: es lo que se conoce como relactación.