Depresión en el embarazo: rompamos con el tabú

La depresión es el trastorno emocional  más común en la sociedad actual. Según la OMS se estima que entre dos y cuatro de cada diez mujeres sufren depresión preparto, depresión durante el embarazo o depresión postparto. En este periodo la depresión puede presentarse de forma ligera, moderada o severa, y su causa es siempre resultado de interacciones complejas entre factores sociales, psicológicos y biológicos. En todos los casos, detectar y controlar la depresión en el embarazo es importante para mejorar la salud de la mujer y del bebé.

 

Embarazo y depresión: ¿es normal sentirse así?

La depresión durante el embarazo es un trastorno relativamente frecuente. Se estima que afecta a entre el 10 y el 15% de las embarazadas y su aparición puede deberse a uno o varios factores físicos, genéticos, psicológicos, personales y sociales. La mayoría están relacionados con los propios cambios biológicos, hormonales y emocionales que sufre la mujer en este periodo.

La depresión en el embarazo es una patología similar a otros cuadros depresivos y se caracteriza por:

  • Aumento de la tristeza durante el embarazo
  • Irritabilidad
  • Ansiedad
  • Alteraciones del apetito y del sueño
  • Dificultad para concentrarse
  • Sentimiento de culpa
  • Apatía generalizada
  • Cansancio constante y pérdida de energía

En algunos casos la depresión en el embarazo se confunde con los cambios de humor derivados de las alteraciones hormonales durante la gestación y por eso muchas mujeres no acuden al médico creyendo que son inherentes al propio proceso. Sin embargo, la depresión es una enfermedad y no una actitud y, por lo tanto, debe tratarse de forma profesional.

 

Causas comunes de depresión en el embarazo

  • Factores hormonales. Los cambios hormonales pueden generar cambios en el estado de ánimo asociados a la depresión y la tristeza en el embarazo.
  • Factores fisiológicos. Las alteraciones fisiológicas que se producen en el cuerpo de la mujer (desde el rápido aumento de volumen y peso, a los síntomas propios del embarazo como náuseas, vómitos o mareos) pueden afectar a su estado emocional desencadenando un cuadro depresivo.
  • Antecedentes genéticos. Hay personas que son más propensas que otras a tener depresión en el embarazo o en cualquier otra etapa de su vida. Si en tu familia hay antecedentes podría aumentar el riesgo de depresión en este periodo marcado por los cambios.
  • Factores psicológicos. En el embarazo muchas mujeres experimentan estrés causado por la preocupación sobre la salud del feto o el miedo al parto, y todos ellos pueden desencadenar un estado depresivo.
  • Factores sociales y personales. Vivir situaciones como problemas financieros, muerte de un familiar o pérdida de un empleo también pueden ser origen de una depresión. La falta de apoyo familiar o una mala relación de pareja también pueden ser causantes directos de estados de tristeza y depresión en el embarazo.

 

¿Puede afectar la depresión a mi bebé?

Aunque las consecuencias para el feto no son excesivamente peligrosas, la depresión se asocia con un mayor riesgo de parto prematuro, bajo peso al nacer y desarrollo lento en las primeras semanas de vida. En los casos más extremos, también con alta presión arterial en los pulmones (hipertensión pulmonar), altos niveles de estrés y pequeñas alteraciones de conducta y neurológicas en el recién nacido, como por ejemplo mayor irritabilidad.

En todo caso, lo recomendable siempre es solicitar ayuda médica. Es muy probable que durante las revisiones tu médico pregunte sobre tu estado emocional y ése es buen momento para hacerle partícipe de todas tus dudas y sensaciones. Si lo considera necesario puede recomendarte acudir a terapia o tomar antidepresivos sopesando sus posibles consecuencias y confirmando que no tengan efectos negativos para el bebé.

De la misma forma, si una mujer tomaba antidepresivos antes de quedarse embarazada debe informar a su médico antes de suspender su tratamiento.

Los riesgos de tomar antidepresivos durante el embarazo varían dependiendo del tipo de medicamento, su dosis y la duración del tratamiento, y siempre deben consumirse bajo prescripción y supervisión profesional.

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Algunos consejos para evitar la depresión y la tristeza en el embarazo

Una depresión no detectada en el embarazo puede desencadenar un estado continuo que se agrave después del parto. De ahí la importancia de prevenirla y tratarla desde el primer momento. Estos consejos pueden ayudarte:

 

Solicita ayuda médica

Muchas mujeres se preguntan cuándo es el momento de pedir ayuda para evitar la depresión en el embarazo. Si piensas que puedes estar sufriendo una depresión, consulta con tu médico para que pueda orientarte. .

Busca apoyo en tu entorno cercano

Tanto familiares como  amigos pueden servir como válvula de escape para expresarte y decir lo que piensas. Por supuesto, también tu pareja. Fortalecer vuestra relación y mejorar la comunicación os permitirán afrontar el reto de ser padres juntos.

 

Tómate las cosas con calma

Actividades como yoga o pilates te ayudarán a estar más relajada, liberar tensiones y afrontar los cambios con más optimismo.

depresion en el embarazo

Adopta hábitos saludables

No sólo debes proteger tu salud sino también la de tu bebé, y cuidar de ti misma es sinónimo de hacerlo por los dos. Esto implica poner en práctica algunos cambios en tu dieta y hacer ejercicio para mantenerte en forma. También es importante controlar el sueño creando patrones (acostarse y levantarse a la misma hora, por ejemplo) que mejorarán tu descanso y te permitirán tener más energía a lo largo del día.

 

Disfruta de esta etapa única

Salir con amigos, participar en encuentros con otras embarazadas y dedicarte tiempo f(leer, ver la televisión, darte un baño relajante, salir a pasear, etc.) te ayudará a sentirte mejor, a compartir tus experiencias y a disfrutar de las cosas positivas que tiene esta etapa única en la vida de la mujer.

Vive un embarazo sin estrés

El estrés es una de las causas más comunes de la depresión en el embarazo, es importante estar relajada y no agobiarse. Una de las claves para asegurar la tranquilidad durante el embarazo es garantizar que el bebé está creciendo sano y que todo va a salir bien, el test prenatal no invasivo NACE es un test que logra detectar anomalías genéticas asociadas al síndrome de Down, síndrome de Edwards o síndrome de Patau desde la semana 10 del embarazo.

Además, esta prueba consiste en una sencilla extracción de sangre de la madre, y emplea la última tecnología en secuenciación del ADN fetal. Así que puedes estar tranquila, porque es una prueba no invasiva y fiable.

Infórmate y vive un embarazo lleno de paz y tranquilidad.

 


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