La salud es un tema primordial para todas las personas y puede suponer una de tus mayores preocupaciones. Pero cuando hablamos de la salud de tus hijos la cosa cambia, convirtiéndose en un tema totalmente prioritario.
De todos es conocida la labor de médicos y pediatrías para solucionar problemas de salud una vez ha nacido el bebé, pero ¿qué ocurre cuando este aún está dentro del útero materno? Pues bien, en estos casos existen pruebas que te ayudarán a conocer el estado de salud del bebé. A continuación te explicamos en qué consiste la amniocentesis.
Amniocentesis en el embarazo: Índice de contenidos
- Riesgos de la amniocentesis
- Cuándo debes hacerte la amniocentesis
- En qué semana se hace la amniocentesis
- Los resultados de la amniocentesis
- Alternativas a la amniocentesis
Qué es la amniocentesis
La amniocentesis es una prueba que se realiza durante el embarazo con el fin de detectar problemas de salud y posibles enfermedades en el bebé. La prueba de la amniocentesis consiste en extraer una pequeña muestra del líquido amniótico que rodea al feto.
Una vez recogida la muestra, se envía para su análisis a un laboratorio y de esta forma el médico obtiene la información genética del bebé, con el fin de cerciorarse de que el feto se está desarrollando normalmente. Más allá de la amniocentesis, existen otras pruebas que cumplen esta misma función, como es el test prenatal no invasivo.
El porqué de recoger una muestra de líquido amniótico está claro. Este líquido contiene la información necesaria para comprobar la presencia de alteraciones genéticas.
La realización de una amniocentesis puede indicarse por varios motivos:
- Cuando el objeto de la prueba sea la detección de alteraciones genéticas, como es el caso del síndrome de Down, el médico recomendará la realización de la prueba desde la semana 15 de embarazo.
- Amniocentesis tardía. Esta prueba tiene lugar entre la semana 32 y 36 de embarazo y se realiza con el objeto de conocer el estado de los pulmones del feto. Antes no es posible realizar esta prueba ya que casi con total seguridad los pulmones del feto sean inmaduros todavía.
La amniocentesis es una prueba que se realiza dentro del sistema de salud público y será el especialista quien determine si es necesario hacerla. Esta prueba también se puede realizar por vía privada, aunque en este caso el precio de la amniocentesis será mayor.
Prueba de la amniocentesis: qué pasos hay que seguir para realizarla
Para la correcta realización de esta prueba no hace falta ir en ayunas. Tampoco hace falta ir con la vejiga llena, como se hace para las ecografías ginecológicas, pues el líquido amniótico en sí ya permite que se vea bien la ecografía.
Gran parte de la prueba, entre 10 y 15 minutos, se destina a la realización de la ecografía para detectar la mejor zona de punción. Una vez detectada dicha zona, se introduce una aguja muy fina, de 1 mm, hasta penetrar el útero, del cual se extraerá líquido amniótico suficiente, concretamente entre 20 y 25 ml, para la realización de la prueba. Este momento de punción suele durar alrededor de los dos minutos.
Amniocentesis: riesgos asociados que debes conocer
Además de informarte sobre qué es la amniocentesis en el embarazo, es interesante que sepas qué riesgos entraña.
Durante la amniocentesis, normalmente se experimenta un leve dolor en el momento de la punción, así como molestias en la zona del abdomen al atravesar la aguja el útero.
Una vez finalizado el procedimiento, la madre puede experimentar con la amniocentesis efectos secundarios, que incluyen:
- Dolor abdominal
- Sangrado o pérdida de líquido amniótico
- Irritación alrededor del lugar de la punción
Sin embargo, el riesgo de aborto por amniocentesis es el más destacado, que ocurre, aproximadamente, en un 1 % de los casos. Puede ocurrir a causa de una infección o porque se produzcan daños en el saco amniótico al atravesar el útero con la aguja. Otros posibles riesgos de la amniocentesis son la punción fetal o del cordón durante la prueba.
También es posible la trasmisión de infecciones de la madre al feto como por ejemplo el VIH o la hepatitis C. Por esta razón, la amniocentesis está contraindicada en caso de infecciones crónicas de la madre.
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Cuidados después de la amniocentesis
Algunos de estos riesgos se pueden evitar en el momento posterior a la prueba, con los cuidados después de la amniocentesis adecuados. Se recomienda guardar reposo de entre uno y dos días, evitando hacer movimientos bruscos.
Si después de la amniocentesis notas pérdida de líquido amniótico, contracciones, sangrado abundante o fiebre, ponte en contacto de urgencia con tu especialista.
Prueba alternativa a la amniocentesis
Posiblemente, si te has planteado la pregunta “¿Qué es la amniocentesis?”, te interese saber que existen métodos alternativos a la amniocentesis, que consisten en pruebas prenatales no invasivas y que son completamente inofensivas tanto para la madre como para el bebé.
Mediante un simple análisis de sangre es posible conocer la información genética del bebé de cara a descartar posibles anomalías genéticas. En este artículo te damos todos los detalles sobre el test prenatal no invasivo NACE. ¡Sigue leyendo!
Cuándo se hace la amniocentesis
La amniocentesis es una de las pruebas más cruciales, en lo que a maternidad se refiere.. La amniocentesis es una prueba invasiva, con ciertos riesgos debido a ello, que se realiza para saber, entre otras cosas, si el bebé desarrollará anomalías genéticas.
La amniocentesis es una prueba muy certera en cuanto a sus conclusiones, una seguridad que, en el otro lado de la balanza, implica asumir ciertos riesgos que pueden afectar tanto a la madre como al bebé. Entonces, ¿debes decir sí o no a la amniocentesis? Para poder responder a esta pregunta, es fundamental que sepas cuándo se realiza la amniocentesis y cuándo puedes evitarla recurriendo a otro tipo de pruebas.
Para hacer la amniocentesis hay que acceder con una aguja muy fina al líquido amniótico. Esa punción, en ocasiones, puede hacer que se pierda líquido o que la bolsa amniótica se rompa, provocando daños, o incluso, en el 1% de las casos, una pérdida del bebé por aborto espontáneo.
Debido a estos riesgos, la amniocentesis no es una prueba que los especialistas recomienden a cualquier mujer. Es por ello que cabe preguntarse cuándo hacer la amniocentesis.
La edad de la madre
El primer factor que responde a la pregunta de cuándo realizarse una amniocentesis es la edad materna. La edad de la madre es uno de los factores que entran en juego cuando hay que realizar una amniocentesis: de hecho, era el factor que determinaba si se hacían amniocentesis o no anteriormente.
A medida que la edad materna es mayor, existen más posibilidades de que el bebé se desarrolle con algún tipo de anomalía genética. Por eso, las mujeres mayores de 35 años empiezan a entran en los llamados grupos de riesgo, con lo que la amniocentesis en estos casos es muy recomendable.
Si buscas quedarte embarazada a partir de los 40, tienes que ser conocedora de que los riesgos para el bebé son elevados, ya que la probabilidad de que el bebé nazca con alteraciones cromosómicas es más alto. Por eso, a partir de los 40, la amniocentesis pasa de ser recomendable a ser casi obligatoria para ser conocedora de la salud del bebé e incluso de la tuya propia.
Resultados positivos en otras pruebas
Pese a que la amniocentesis es una de las pruebas más certeras que existen en el mercado, no es la única que te puedes hacer. Por ejemplo la medición del pliegue nucal junto al triple-screening pueden ayudarte a salir de dudas. Pese a que no son pruebas 100 % fiables, sí que sirven a determinar cuándo debe hacerse una amniocentesis o no.
En este caso en concreto, cuando el resultado de dichas pruebas da un valor asociado a un riesgo alto, es decir, igual o mayor a 1 entre 250 (valor indicativo para la trisomía 21, 18 y 13) se tendría que hacer a una amniocentesis para salir de dudas. Cabe recordar que este indicador con un nivel alto no es sinónimo de anomalías cromosómicas, sino que la probabilidad de que el bebé sufra una de ellas es más elevada.
Antecedentes propios
Si sigues preguntándote cuándo realizar una amniocentesis el siguiente factor a analizar serían los antecedentes propios. Si has tenido en el pasado un embarazo en el que el bebé haya desarrollado alguna anomalía genética, las posibilidades de que esto se vuelva a repetir son más altas.
Es bastante habitual por parte de los especialistas recomendar la realización de una amniocentesis en el que caso de que ya hayas pasado por un embarazo en el cual el bebé tenía alguna alteración cromosómica.
En qué semana se hace la amniocentesis
Lo más normal es tener dudas acerca de esta prueba. Por ejemplo: ¿tienes claro en qué semana se hace la amniocentesis?
Son muchas las preguntas que se generan alrededor de la realización de dicha prueba, siendo la más frecuente si es necesaria y obligatoria hacerla o si la realización de ésta pone en peligro al bebé y el correcto desarrollo del embarazo. Pero sin lugar a dudas, una de las preguntas más recurrentes es en qué semana se realiza la amniocentesis.
Normalmente, los especialistas recomiendan realizar la amniocentesis a partir de la semana 14 (momento en el cual se puede realizar una amniocentesis conocida como temprana), hasta aproximadamente la semana 18. No obstante, lo más indicado es realizar la amniocentesis en la semana 15 del embarazo.
Hasta las 15 semanas de embarazo seguro que ya te habrás sometido a diversas pruebas con el fin de ver cómo se desarrolla el bebé. Algunas de estas pruebas irán especialmente enfocadas a conocer si el bebé sufre alteraciones cromosómicas o no, como por ejemplo la medición del pliegue nucal o el triple screening.
Es por eso que llegar a la semana 15 de embarazo no es sinónimo de que tengas que realizarte una amniocentesis, ya que la amniocentesis no es obligatoria.
¿Por qué la amniocentesis se hace en la semana 15?
Una vez tienes claro en qué semana se hace la amniocentesis, la pregunta más lógica es por qué hay que esperar hasta dicha semana. La razón se centra, principalmente, en el desarrollo del bebé.
A partir de la semana 15, la membrana amniótica es menos sólida que semanas atrás y ésta se va llenando de líquido amniótico. Además, a partir de esta semana la densidad celular del líquido amniótico es mayor, con lo que se puede realizar la extracción de éste mucho mejor y además, se pueden extraer datos con mayor fiabilidad.
A parte de esto, tienes que saber que la semana 15 de embarazo ya pertenece al segundo trimestre del mismo. Esto quiere decir que el embarazo ya se encuentra más estabilizado y el riesgo de aborto espontáneo ha ido desapareciendo.
Por eso, si la amniocentesis se realizara antes, entre el riesgo de aborto espontáneo en el primer trimestre y el riesgo implícito que va asociado a la amniocentesis, la realización de la prueba sería mucho más peligrosa. Si por el contrario se realizara la amniocentesis demasiado tarde, los resultados extraídos de ésta servirían de poco.
Amniocentesis: resultados de anomalías genéticas
Los resultados de la amniocentesis son fundamentales para muchas futuras madres que buscan continuar su embarazo con la tranquilidad de haber descartado la presencia de anomalías genéticas en el bebé y saber si el bebé nacerá sano. Aunque la espera de los resultados de esta prueba invasiva puede generar cierta ansiedad, la tranquilidad que se logra después hace que ésta merezca la pena.
Aunque los resultados de la amniocentesis son muy fiables, es importante que las futuras madres sepan que existen otras pruebas de detección de anomalías genéticas que también se han ganado la confianza de especialistas, como es el caso del test prenatal no invasivo NACE de IGENOMIX.
¿Qué detecta la amniocentesis?
Antes de plantearte si debes o no realizar esta prueba, es importante que conozcas qué puede aportarte la realización de la misma y qué enfermedades detecta la amniocentesis. En la amniocentesis los resultados que puedes obtener son referentes a las alteraciones cromosómicas en el bebé.
Son muchos los factores que pueden llegar a incidir en que tu futuro bebé presente algún tipo de anomalía cromosómica. Por eso, y siempre que el médico lo vea indicado, se recomendará realizar una amniocentesis. Puesto que esta prueba implica ciertos riesgos, debes saber que ésta siempre es de carácter voluntario y que nadie puede obligarte a realizarla.
Con respecto a los resultados de la amniocentesis, éstos son los más comunes que se pueden detectar con la realización de la prueba:
- Los primeros resultados de la amniocentesis que se pueden dar hacen referencia a alteraciones cromosómicas. Concretamente alteraciones en el cromosoma 21, síndrome de Down; alteraciones en el cromosoma 18, síndrome de Edwards; y alteraciones en el cromosoma 13, síndrome de Patau. Además de estas alteraciones, gracias a la amniocentesis se pueden obtener resultados acerca de anomalías cromosómicas que estén relacionadas con el sexo del bebé en los cromosomas X e Y, como el síndrome de Klinefelter o el síndrome de Turner.
- Pese a que la amniocentesis da resultados sobre lo anterior, si en tu familia hay otro tipo de anomalías genéticas, se podría utilizar la prueba para detectar la gran mayoría de dichas alteraciones. Entre las más comunes, es posible detectar la fibrosis quística, la enfermedad de Tay-Sachs o la anemia de células falciformes.
- La espina bífida y la anencefalia también se pueden detectar con la amniocentesis.
Esta prueba también puede emplearse con lecturas más avanzadas. Los resultados de la amniocentesis te pueden dar información acerca del estado de los pulmones del bebé, para saber si están correctamente formados. También determina si existen riesgos de adelanto del parto o aborto. Su realización también es muy útil para detectar infecciones intrauterinas.
Amniocentesis: resultados fiables
Una vez claros los resultados que se obtienen mediante la amniocentesis, es momento de pasar a ver qué sucede con estos. La primera duda acerca de la amniocentesis y sus resultados es si son fiables. En el 99 % de los casos, los riesgos de anomalías en los cromosomas que hemos comentado anteriormente se detectan correctamente. Bien es cierto que en algunas ocasiones se debe volver a realizar la prueba, ya que los resultados que se han obtenido no han sido concluyentes.
En cuanto al porcentaje de amniocentesis con resultados positivos y negativos, para tu tranquilidad, más del 95 % de las mujeres que se realizan la amniocentesis salen con la grata noticia de que su resultado es negativo, lo que garantiza que el bebé se encuentra perfectamente.
Pese a que la fiabilidad de los resultados de la amniocentesis dice mucho a favor de esta prueba, es importante destacar que, al tratarse de una prueba invasiva, existen ciertos riesgos, como infecciones, pérdidas de líquido amniótico o, en el caso más extremo, aborto espontáneo.
Por eso, cada vez más se recomienda la realización de los conocidos como tests prenatales no invasivos, que permiten obtener resultados con solo una muestra de sangre. Es el caso del test prenatal no invasivo NACE, que cuenta con las garantías de IGENOMIX y que puede realizarse a partir de la décima semana de embarazo, cinco semanas antes que la amniocentesis.
Test prenatal no invasivo, la alternativa a la amniocentesis más segura
Tanto para una mujer embarazada como para su ginecólogo, hay dos cosas que son fundamentales: su salud y la del bebé. Precisamente por esto, a lo largo de las distintas fases del embarazo, los profesionales se encargan de realizar pruebas de todo tipo. Algunas de ellas están centradas en la detección de posibles alteraciones genéticas del feto, responsables de algunas enfermedades como el síndrome de Down, el síndrome de Edwards o el síndrome de Patau.
Son varias las pruebas que se pueden realizar durante el embarazo con el objetivo de detectar estas anomalías genéticas. A la hora de escoger qué prueba es mejor es muy importante tener en cuenta la salud del bebé y de la futura mamá, para lo cual se debe optar entre realizar una prueba invasiva o una prueba no invasiva.
Qué es un test prenatal no invasivo
Una de las alternativas a la amniocentesis más interesantes es el test prenatal no invasivo o NIPT por sus siglas en inglés Non-Invasive Prenatal Test.
Los test prenatales no invasivos se realizan a través de una muestra de sangre extraída del brazo, igual que cualquier análisis rutinario. De esta manera, no se pone en riesgo la salud de la madre ni del bebé.
En el caso del test prenatal no invasivo NACE, se emplea la última tecnología en secuenciación de análisis del ADN fetal para poder detectar hasta el 80 % de las anomalías cromosómicas que se diagnosticarían con la amniocentesis, con gran fiabilidad y precisión.
Por qué apostar por un test prenatal no invasivo
La salud de la futura mamá y del feto es lo más importante durante un embarazo, lo que hace necesario conocer y apostar por la tecnología y los métodos con un menor riesgo, como es el caso del test prenatal no invasivo.
Además de ser más seguras, estas pruebas se realizan de forma rápida, cómoda y sencilla. En el caso del test prenatal NACE, IGENOMIX se encarga de recoger la muestra de la paciente y trasladarla a su laboratorio en Valencia, para entregar los resultados en tan solo 72 horas hábiles desde la recepción de la muestra.