Las ecografías forman parte de la rutina de pruebas del embarazo, pero no todas las ecografías son igual de corrientes. Si bien es verdad que cada trimestre del embarazo cuenta con una ecografía asignada, en ocasiones los especialistas recurren a otro tipo de pruebas más concretas. Uno de estos casos es el de la ecografía Doppler.
¿Qué es una ecografía Doppler?
La ecografía Doppler es una prueba prenatal no rutinaria, es decir, que no se realiza de manera común. Se caracteriza por usar los ultrasonidos para comprobar el estado de la circulación de la sangre en diversos puntos de interés del feto, de la placenta y del útero. El ecógrafo analiza y asigna colores diferentes a la circulación de venas y arterias, mide la intensidad de los flujos en cada vaso y extrae gráficas sobre los mismos. Observando esto en el monitor del ecógrafo el Ginecólogo-Obstetra puede llegar a concluir como está la circulación en estos puntos de interés y por tanto la salud del feto.
Gracias a esta prueba durante el embarazo se evalúa el caudal de los vasos sanguíneos, prestando especial interés al cordón umbilical y a las áreas de desarrollo del feto que son consideradas vitales.
Su funcionamiento es similar al empleado por los barcos. En este caso se lanza el ultrasonido con el fin de ver su eco, ya que éste os indicará, al ginecólogo y a ti, la distancia de las venas, su forma y su contenido interno.
Ésta es una prueba totalmente indolora y muy rápida, ya que su duración ronda los 15 minutos. Además, no te pondrá en peligro ni a ti ni al bebé.
¿Por qué es importante realizar una ecografía Doppler?
La ecografía Doppler permite saber la cantidad de flujo de sangre que circula a través de cavidades y venas del bebé. Su importancia radica en que sus resultados te pueden indicar cuanta cantidad de sangre se bombea con cada latido, determinando así el buen estado del corazón del bebé, además de corroborar que la sangre está llegando de manera correcta al feto, y con ella el oxígeno y los nutrientes.
Pero no sólo es importante es ese sentido. Su realización puede ayudar a detectar malformaciones cardiacas en el feto, problemas con el cordón umbilical y la placenta, para que así tú y tu ginecólogo empecéis a actuar de manera rápida, o simplemente podáis descartar este tipo de problemas y asegurarte de que tu bebé nacerá sano.
¿Cuándo tienes que realizarte la ecografía Doppler?
Esta prueba suele hacerse a todas las embarazadas en el tercer trimestre, a partir de la semana 25 de embarazo. Sin embargo, la ecografía Doppler es una prueba trimestral no obligatoria, que puede realizarse también en el primer y segundo trimestre si el ginecólogo lo considera necesario.
Los casos en los que el doctor pueda recomendarte hacer esta ecografía son los siguientes:
- En el caso de que se sospeche que existe un retraso de crecimiento en el feto. En esta circunstancia la ecografía Doppler es muy útil para controlar que al bebé le llegan sangre, oxigeno y nutrientes de manera correcta. Además, también ayudará a saber si existen alteraciones sanguíneas significativas para adelantar el momento del parto o para prever si va a existir un parto prematuro.
- Si tu embarazo está catalogado como embarazo de riesgo es recomendable que te realices una ecografía de este tipo en cada trimestre de gestación.
- Si sufres de hipertensión, lo que se conoce como preeclampsia, o tienes problemas circulatorios en la venas. En estos casos si decides hacerte esta prueba descartarás que tus problemas estén afectando al correcto desarrollo del bebé.
- En el caso de sufrir enfermedades del corazón, la ecografía Doppler también sirve, ya que se puede ver si este problema puede afectar al crecimiento de tu bebé. Esta prueba se realiza con el acompañamiento de un ecocardiograma.
- Si tienes previsto pasar por cirugía, la ecografía Doppler también es necesaria, ya que gracias al estudio del flujo de la zona que se va a operar se puede ver si van a existir complicaciones a priori.