La llegada de un nuevo miembro a la familia implica nuevos horarios, nueva organización en casa y diversos cambios en el día a día que afectan a la convivencia y a la relación de pareja de los nuevos padres, que pueden vivir esta situación con nervios e inseguridad.
Una gran alegría que viene acompañada muchos cambios
El nacimiento de un hijo es sinónimo de felicidad, pero también de cambios. Algunos de ellos comienzan ya en el hospital aunque la mayoría aparecen una vez pasados los primeros días y cuando el nuevo miembro de la familia está instalado casa. No podemos olvidar que un bebé requiere atención prácticamente constante durante sus primeros meses de vida. Esto trastoca muchas rutinas en el hogar como los horarios de sueño o los momentos compartidos en pareja o con amigos. Los primeros se traducen en una alteración de las horas de descanso, con el consecuente cansancio que esto implica; los segundos, en una falta de intimidad que puede afectar a la relación de pareja.
La llegada de un hijo también conlleva una fuerte explosión de emociones para ambos progenitores, quienes deben adaptarse de forma inmediata a sus nuevos roles y responsabilidades.
Cómo afecta a las dos partes de la pareja
En el caso de los padres, la carga emocional es fuerte y llega de repente porque suelen percibir de forma más abrupta la ruptura con su modo de vida anterior. El papel del padre en el embarazo es diferente en cada etapa de la gestación. En algunos momentos es puramente emocional y en otros implica adoptar un rol más activo. En todo caso a lo largo del embarazo la comunicación entre los dos miembros de la pareja es fundamental.
Al fin y al cabo, la madre lleva nueve meses notando cambios en su cuerpo y en su mente que la han preparado para la llegada del bebé. Aun así, las alternaciones hormonales sufridas por ésta en el embarazo siguen estando presentes tras el parto y hasta que sus niveles se reajusten puede sufrir cierta irritabilidad y nerviosismo.
Por último, afrontar la crianza de un hijo también puede crear inseguridad a uno o ambos miembros de la pareja. Todos los padres, y especialmente los primerizos, se cuestionan aspectos básicos como si el bebé se estará alimentando correctamente o cuál es el motivo de su llanto, y, en definitiva, si están haciendo las cosas bien. Esta inquietud sumada al cansancio, los cambios en las rutinas o sus nuevas responsabilidades hacen que, muchas veces, los padres se vean perdidos y abrumados y que la nueva situación afecte a su vida en pareja.
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¿El primer consejo? Comunicación, paciencia y apoyo
Diálogo, paciencia y comprensión son las tres claves para superar esta etapa sin que los cambios afecten de forma negativa a vuestra relación de pareja. Por supuesto, al final todo depende de cómo ha sido la convivencia antes de la llegada del bebé, de los distintos caracteres de los miembros de la pareja y de la capacidad para gestionar una crisis.
Normalmente las parejas estables, comunicativas y con una relación afectuosa suelen hacer este camino más llevadero y se enfrentan a la nueva situación de forma positiva e incluso aprendiendo a disfrutar de ella. Con una comunicación fluida no sólo será más fácil que ambos progenitores se adapten a sus nuevas responsabilidades, también comprobarán que tienen el apoyo del otro para vivir esta experiencia juntos. Recibir reconocimiento por el esfuerzo realizado por los dos también puede ser muy gratificante. Al fin y al cabo, tener un hijo es un proyecto común y como tal requiere trabajar en equipo.
Por último, y aunque inicialmente pueda parecer algo caótico, hay que intentar no agobiarse. La gran mayoría de los padres se adaptan a los usos y horarios de los bebés en unas semanas y, a partir de entonces, lo que antes eran grandes cambios se convierten en rutinas totalmente normalizadas.
Así que, si acabas de estrenar paternidad o vas a hacerlo próximamente, no olvides que tomarte un tiempo de adaptación y buscar el equilibro entre vuestra faceta de padres y vuestra relación de pareja será fundamental durante los próximos años.
Seis consejos para afrontar la llegada del bebé en pareja
Desde la organización estadounidense Kidshealth.org se recomienda seguir estos pasos para afrontar la llegada de un bebé sin que ésta suponga una crisis en la pareja:
- Comunicación. La comunicación es la mejor herramienta para eliminar los disgustos y prevenir discusiones. Si algo te molesta, díselo a tu pareja en el momento adecuado. Es importante saber escuchar las preocupaciones del otro y evitar las críticas superfluas o innecesarias.
- Reorganización y reasignación de tareas. Es bueno repartir y reorganizar las tareas del hogar con buena disposición. También es muy importante reconocer el trabajo del otro tanto dentro como fuera de casa.
- Encontrar tiempo para estar juntos. Hay que buscar momentos para disfrutar de las cosas que antes compartíais como cenas, salidas al cine, paseos, momentos de confidencias y conversaciones. En este sentido, organización y planificación serán claves para que encontréis tiempo para vosotros. Si es pronto para dejar el bebé a cargo de otra persona siempre se puede organizar una cena especial en casa con amigos o buscar otras opciones que os den un poco de intimidad.
- Contar hasta diez… Antes de saltar por cualquier cosa. Puesto que los ánimos suelen estar especialmente alterados debido al cansancio y a los cambios en el hogar, antes de iniciar una discusión es importante recordar las ventajas de mantener la calma y razonar las cosas. Con un poco de paciencia, adaptarse a la nueva situación será más fácil para todos.
- Expresar el cariño. Las primeras semanas tras la llegada del bebé a casa son las más difíciles. Al cansancio y los cambios se unen las visitas de familiares y amigos que, aunque importantes, rompen todavía más con nuestras rutinas anteriores. Por eso es fundamental mantener gestos de cariño, caricias, besos y palabras dulces hacia tu pareja. Así ambos os sentiréis mejor y más protegidos, y recuperaréis antes esa conexión que os permitirá seguir pensando y actuando como una pareja.
- Aprovechar el momento para uniros más. Por último, tener un hijo puede ayudaros a renovar vuestro compromiso como pareja y a fortalecer vuestra relación. Pasado un tiempo valoraréis lo que estáis haciendo juntos y eso os demostrará que el esfuerzo merece la pena.
Cómo controlar el estrés en el embarazo
Durante el tiempo de gestación es muy común estresarse con algunos temas, uno de los temas que más preocupan a las parejas es la salud que tendrá el bebé a nacer.
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