Una de las preguntas más frecuentes que realizan muchas mujeres cuando comienza a avanzar su embarazo es sobre la idoneidad de seguir realizando deporte como parte de su rutina habitual.
La práctica del deporte, siempre de forma moderada, es totalmente recomendable durante el embarazo. Por un lado, nuestro cuerpo se mantendrá tonificado, por lo que reduciremos, en parte, las molestias por los cambios en nuestro cuerpo y el aumento de peso. Por otro lado, estaremos mucho mejor preparadas para cuando, por fin, llegue el momento del parto.
De todos modos, es muy importante que habléis con vuestro ginecólogo sobre las rutinas e intensidad de los ejercicios que podéis practicar, según se vaya desarrollando el embarazo.
¿Cuáles son los ejercicios más recomendados para las mujeres embarazadas?
Cuando pensamos en los posibles ejercicios o deportes que podemos practicar durante el embarazo, siempre debemos pensar en ejercicios que no sean muy agresivos con nuestro cuerpo.
Por ejemplo, uno de los deportes que más beneficios aportan y que más se recomiendan es la natación, ya que la presión que se ejerce sobre las articulaciones es mínima y no exige un gran esfuerzo. Además, el agua evita los movimientos bruscos y, por lo tanto, posibles lesiones o daños al feto.
La natación, además, ayuda a fortalecer el tono muscular, permite mejorar la capacidad pulmonar y alivia la hinchazón y los calambres propios del embarazo.
Otro deporte muy aconsejado, y que cada vez cuenta con más adeptas, es el yoga. Durante los meses de embarazo es un deporte perfecto, por su poca agresividad con el cuerpo, para mejorar nuestra forma física y nuestra flexibilidad, por lo que, además de prevenir dolores, nos ayuda de cara a la preparación del parto.
El yoga, por otro lado, contribuye a que desaparezca o se reduzca la sensación de cansancio y los nervios propios del estado en el que nos encontramos.
Por último, caminar, al menos 3 o 4 veces por semana por un espacio de una hora, es muy beneficioso durante el embarazo. Los paseos, además de sus beneficios cardiovasculares, son un ejercicio fácil, seguro y que puede practicarse hasta casi el mismo momento del parto, a no ser que haya algún tipo de complicación y vuestro médico desaconseje cualquier actividad física.
Pasear de forma regular ayuda a tonificar los músculos a la vez que ayuda a nuestro sistema nervioso, mejorando la circulación sanguínea durante el embarazo.
¿En qué casos no es recomendable el ejercicio durante el embarazo?
Como hemos visto, el deporte es muy beneficioso para la futura madre tanto para mantener su cuerpo tonificado como de cara a la preparación del parto.
Sin embargo, durante algunas situaciones es recomendable evitar por completo el deporte, como cuando las temperaturas son extremadamente altas o en las horas de máxima exposición al sol. También hay que evitarlo cuando exista dolor en la espalda o pelvis, dolor abdominal intenso o se produzca un sangrado vaginal.
Además, la práctica de deporte es especialmente sensible en los siguientes casos:
- Gestantes con enfermedades pulmonares o coronarias.
- Mujeres con insuficiencia cervical.
- Embarazos múltiples (existe mayor riesgo de parto prematuro).
- Rotura prematura de las membranas.
- Placenta previa (a partir de la semana 26).
- Preeclampsia (hipertensión inducida por el embarazo).
- Contracciones tempranas.
Recordad que siempre debéis consultar y pautar qué tipo de deporte y con qué intensidad podéis practicarlo con vuestro ginecólogo para que os aconseje la mejor opción.